Llamados a ser distintos

Domingo 7 Tiempo Ordinario – A


Es frecuente escuchar:

Todo el mundo habla así.

Todo el mundo hace así.

Todo el mundo es así.

El hecho de que todo el mundo haga así no es señal alguna de verdad ni bondad.

El hecho de que todo el mundo mienta, no hace que la mentira sea verdad.

El hecho de que todo el mundo robe, no hace bueno el robar.

El hecho de que todo el mundo pague coima, no hace buena la coima.


Aunque todos hagan así, siempre habrá otra manera de hacer.

Aunque todos devuelvan el mal por el mal, siempre habrá otra manera de comportarse.

El hecho de que todos diga “las haces, me las pagas”, no significa que no haya otra respuesta.

El hecho de que todos tengan por norma “odiar al enemigo” no es criterio alguno de buena convivencia entre personas.


Al menos Jesús habla de otra manera.

Para Jesús:

El mal no se soluciona con el mal.

Sino con el amor.

El odio no se soluciona con el odio.

Sino con el amor.

La ofensa no se soluciona ofendiendo.

Sino con el amor.

La infidelidad no se soluciona con la infidelidad.

Sino con el amor fiel.


Si miramos en torno nuestro no daremos cuenta de que:

Si has hablado mal de mí, yo también sé “despellejarte”, que dice el Papa Francisco.

Si me has ofendido, yo llevaré la herida toda la vida.

Si me has ofendido, ya no te miraré a la cara.


Es decir, de esa manera:

Nunca vamos a cambiar el mundo.

El cristiano está llamado a crear una sociedad distinta.

¿Recuerdan cuando Pedro sacó la espada en el Huerto y “cortó la primer oreja”, no precisamente taurina sino humana?

Inmediatamente Jesús le recrimina y le dice: “así no, Pedro, mete la espada en la vaina”. Este no es el mundo que yo he venido a implantar.

Y tú sigues metido aún en el sistema.

Y yo no voy a morir en la cruz para defender el sistema, sino para cambiarlo.

Devolver el bien por el mal.

Nosotros no podemos actuar como los paganos y publicanos.

“Si saludas solo a tus hermanos y amigos, ¿qué haces de particular?”

Nuestro modelo no pueden ser los paganos.

Nuestro modelo tiene que ser el Padre.

“Sed perfectos como vuestro padre es perfecto”.

Dios no castiga porque te has portado mal.

Dios siempre perdona.

Aunque le hayas ofendido, él seguirá amándote.


Si hablas mal de mí, yo hablaré bien de ti.

Si me dejas mal ante los demás, yo trataré de dejarte bien.

Si me niegas el saludo, yo seguiré saludándote.

Si me ofendes, yo trataré de hacerte el bien.


No se trata de meternos en el sistema.

Tenemos que salir del sistema.

No se trata de hacer lo que todos hacen.

Nosotros tenemos que ofrecer un modo de hacer distinto.


Clemente Sobrado C. P.




Archivado en: Ciclo A, Tiempo ordinario Tagged: coherencia, cristiano, identidad, testimonio
06:11

Publicar un comentario

[facebook][blogger]

SacerdotesCatolicos

{facebook#https://www.facebook.com/pg/sacerdotes.catolicos.evangelizando} {twitter#https://twitter.com/ofsmexico} {google-plus#https://plus.google.com/+SacerdotesCatolicos} {pinterest#} {youtube#https://www.youtube.com/channel/UCfnrkUkpqrCpGFluxeM6-LA} {instagram#}

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DesactivadoPor favor, active Javascript para ver todos los Widgets