Hoy es el segundo día de limpieza en los tejados de mi iglesia, que lo necesitaban de verdad. Con una máquina elevadora suben a los tejados los albañiles. Yo he declinado la invitación y prefiero seguir los trabajos desde abajo. Espero queden listos, limpios y resplandecientes para siguir dignificando el culto que se celebra de "tejas abajo".
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