El Papa emprenderá en unos días su viaje a Brasil a presidir los actos centrales de la JMJ. En el avión no dará ningún trato de favor a los periodistas que lo acompañan. Los dos Papas anteriores mantenían una rueda de prensa con los informadores dentro del avión. Parece que el Papa Francisco no quiere tener trato directo con pocos plumillas. En las distancias cortas los toros siempre han cogido a los maestros de la tauromaquia.
Días pasados falleció un antiguo director del diario YA editado en papel, en aquella casa de la calle Mateo Inurria de Madrid. Es don Alejandro Fernández Pombo, el sencillo hombre de pelo plateado, que he tratado durante muchas horas en reuniones de trabajo sobre la comunicación de la Iglesia en España.
Un habitual comentarista y lector de este Blog, me ha enviado un sencillo recuerdo sobre él. Don Alejandro merece ser evocado de esta sencilla manera:
“Alejandro Fernández Pombo fue católico y periodista católico. Dirigió el mejor YA. Como hombre honrado y sencillo fue demasiado estricto consigo mismo y demasiado modesto, por lo que en esta profesión de ególatras, vanidosos y suficientes, su nombre ha pasado y pasará desapercibido… Pero no es justo así. El representa el tipo de hombre bueno a que alude Ps. 14.”
Nuestro amigo prosigue con la siguiente acción caritativa del señor Fernández Pombo:
“Por lo que atañe a su diócesis jienense, él fue quien otorgó espacio fijo en YA al beato Lolo. Cobraba éste una pensión por incapacidad laboral, como maestro nacional, pero cuando la enfermedad avanzó, le resultó imposible escribir. Su hermana entonces, también maestra nacional, pidió la excedencia para atenderle plenamente. Pero, ¡ ah !, los ingresos familiares no alcanzaban. Así que el director de YA –para resolverle el problema– hizo al beato Lolo un contrato de colaboración para que escribiese… no recuerdo el número de colaboraciones fijas. El contrato se mantuvo hasta su muerte.”
El trato que yo mantuve con este excelente director del diario de la Editorial Católica fue de una gran cordialidad. Nos encontramos en bastantes reuniones madrileñas cuyo contenido fue siempre la comunicación católica. En el año 1996, cuando el diario YA, daba las boqueadas de su muerte, me confesó, compartiendo mesa y mantel:
“Si don Ángel Herrera Oria viera el final tan insensato del YA, seguramente daría con su báculo de cardenal malagueño a más de uno en la cabeza, no para partírsela, sino por no haberla usado para salvar la cabecera que más ha hecho por el periodismo católico en España en toda la segunda mitad de este siglo”.
Asentí con la cabeza a sus palabras, y alguna escondida lágrima noté que se caía por sus mejillas abajo. El buen periodista católico Alejandro Fernández Pombo ha conocido a dos santos: Herrera Oria, cuyo proceso de beatificación está muy avanzado; y al Beato Lolo, a quien ayudó a vivir dándole el contrato en el YA.
Supongo que con estos avales y amistades, el señor Fernández Pombo, estará gozando de un buen sitio desde el que escriba alguna crónica de cómo se vive en la Casa del Padre. Estoy deseando poder leerla y publicarla en este Blog.
Recomendación
Invito a leer la novela titulada:
El hombre que nunca votó
Prologada por don Juan Manuel de Prada
http://marianojv.awardspace.com/novela.html
Tomás de la Torre Lendínez
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