Quisiera hacer constar una protesta contra lo que Mary Midgley llama “nadamasqueísmo” (nothing buttery). Se ha extendido el hábito de declarar que las realidades emergentes no son “nada más que” (nothing but) las cosas en que las percibimos. La persona humana no es “nada más que” el animal humano; la le no es “nada más que” relaciones de poder social; el amor sexual no es “nada más que” el impulso de reproducción; el altruísmo no es “nada más que” la estrategia genética dominante; la “Mona Lisa” no es “nada más que” unos pigmentos extendidos por un lienzo; la Novena Sinfonía no es “nada más que” una secuencia de notas con diversos timbres, etc. Desprenderse de este hábito es, a mi juicio, el verdadero objeto de la filosofía.
Roger Scruton
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