“Me interesa que cada uno ponga todo de su parte en prestar atención a estas cosas: cómo fueron las condiciones de vida, cómo las costumbres, en virtud de qué hombres y de qué medios se ha formado y ha crecido el gobierno de la sociedad, tanto en la paz como en la guerra.
Tras haber ido desapareciendo poco a poco la disciplina, sígase luego la trayectoria de las costumbres: decayeron paulatinamente, luego empezaron a caer en picado hasta que ha llegado nuestro tiempo, en el que no podemos soportar ni nuestros vicios ni sus remedios”
La cita es de Tito Livio, en el Prefacio de su famosa obra “Ab urbe condita”. Hay ocasiones en la historia de la civilizaciones en las que parece que todo se tambalea, que no hay dónde agarrarse. Quizá estemos ahora en uno de esos momentos. Hay quejas continuas sobre las malas prácticas, la corrupción, las desigualdades injustas… pero combatir todo esto requiere por parte de todos, o al menos de la mayoría, afrontar el sacrificio que la virtud comporta.
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