No quiero dármelas de interesante. Pero hoy he accedido a una documentación sobre exorcismos que me ha tenido leyendo hasta las 2:35 de la noche. Sabía que ese archivo existía, pero no soñé con que iba a poder a posar mis ojos sobre él hasta dentro de muchos años. Ni siquiera estaba seguro de que tal cosa me fuera posible al final de mi vida. Los "legajos" son más de veinte veces más extensos que la foto que he puesto.
Los casos de exorcismo que cuenta con todo detalle no tienen interés para mí: los exorcismos en todas partes del mundo suelen ser cosas muy repetitivas. Lo formidable es que adjunta una cantidad de información detalladísima acerca de muchos hechos que afectan a mi persona y que yo conocía sólo en parte.
Ahora tengo una visión más completa de varios episodios de tipo eclesiástico que en el pasado me hicieron sufrir algo. Doy gracias a Dios de que cuando Él quiere, de pronto, se hace la luz donde antes había oscuridad. También me admira la persistencia de la verdad para no quedar enterrada. Y especialmente para que las cosas que precisamente de ningún modo se quiere que trasciendan, acaben siendo conocidas.
No creo que ninguno de los protagonistas que aparecen en toda esa infinidad de páginas lea este blog. Pero si lo hiciere, que se quede tranquilo: ni una palabra aparecerá aquí. Cuando he de ser discreto, soy discreto.
Pero esta noche es que yo no salía de mi asombro al leer y leer, páginas y más páginas, y comprobar que todo estaba allí, con todo lujo de fechas y detalles. Increíble. Gracias, Señor, por una lectura que ha sido un verdadero regalo para mí.
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