La liturgia diaria meditada - Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros (Jn 15,9-11) 18/05


Jueves 18 de Mayo de 2017
Misa a elección:

Jueves V de Pascua. Blanco.
San Juan I, papa y mártir. (ML).


Martirologio Romano: San Juan I, papa y mártir, quien, habiendo sido enviado por el rey arriano Teodorico en embajada al emperador Justino de Constantinopla, fue el primer pontífice romano que ofreció la Víctima Pascual en aquella Iglesia, pero a su regreso, detenido de manera indigna y arrojado en la cárcel por el mismo Teodorico, pereció como víctima por Cristo Señor en Rávena. 526..

Antífona de entrada          cf. Éx 15, 1-2
Cantaré al Señor que se ha cubierto de gloria. El Señor es mi fuerza y mi protección, él me salvó. Aleluya.

Oración colecta     
Dios nuestro, que por tu gracia conviertes en justos a los pecadores y das la felicidad a los afligidos; ayúdanos con tu poder y con tus dones a perseverar con fortaleza en la fe que nos ha justificado. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:         de san Juan, I

Dios nuestro, que eres la recompensa de tus fieles, escucha nuestras oraciones en el día del martirio del papa san Juan I y concede, a quienes honramos sus méritos, imitar su constancia en la fe. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas        
Dios nuestro, que por este santo sacrificio nos concedes participar de tu vida divina, te pedimos que así como hemos conocido tu verdad, vivamos de acuerdo con ella. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión        2 Cor 5, 15
Cristo murió por todos, a fin de que los que viven, no vivan más para sí mismos sino para aquél que murió y resucitó por ellos. Aleluya.

Oración después de la comunión
Padre, ayuda con bondad a tu pueblo, que has alimentado con los sacramentos celestiales; concédele apartarse del pecado y comenzar una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Lectura        Hech 15, 7-21
Lectura de los Hechos de los Apóstoles.
Al cabo de una prolongada discusión, Pedro se levantó y dijo a los Apóstoles y presbíteros: “Hermanos, ustedes saben que Dios, desde los primeros días, me eligió entre todos ustedes para anunciar a los paganos la Palabra del Evangelio, a fin de que ellos abracen la fe. Y Dios, que conoce los corazones, dio testimonio en favor de ellos, enviándoles el Espíritu Santo, lo mismo que a nosotros. Él no hizo ninguna distinción entre ellos y nosotros, y los purificó por medio de la fe. ¿Por qué ahora ustedes tientan a Dios, pretendiendo imponer a los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros pudimos soportar? Por el contrario, creemos que tanto ellos como nosotros somos salvados por la gracia del Señor Jesús”. Después, toda la asamblea hizo silencio para oír a Bernabé y a Pablo, que comenzaron a relatar los signos y prodigios que Dios había realizado entre los paganos por intermedio de ellos. Cuando dejaron de hablar, Santiago tomó la palabra, diciendo: “Hermanos, les ruego que me escuchen: Simón les ha expuesto cómo Dios dispuso desde el principio elegir entre las naciones paganas un Pueblo consagrado a su Nombre. Con esto concuerdan las palabras de los profetas que dicen: “Después de esto, yo volveré y levantaré la choza derruida de David; restauraré sus ruinas y la reconstruiré, para que el resto de los hombres busque al Señor, lo mismo que todas las naciones que llevan mi Nombre”. Así dice el Señor, que da a conocer estas cosas desde la eternidad. Por eso considero que no se debe inquietar a los paganos que se convierten a Dios, sino que solamente se les debe escribir, pidiéndoles que se abstengan de lo que está contaminado por los ídolos, de las uniones ilegales, de la carne de animales muertos sin desangrar y de la sangre. Desde hace muchísimo tiempo, en efecto, Moisés tiene en cada ciudad sus predicadores que leen la Ley en la sinagoga todos los sábados”.
Palabra de Dios.

Comentario
Las dos posturas que se presentan no son idénticas. Pedro, apoyado en el testimonio de Pablo y Bernabé, reconoce que Dios está actuando más allá de los límites conocidos. Santiago, por otro lado, expone que no se puede cortar todo vínculo con la historia anterior, y para ello cita el Antiguo Testamento. Así, escrutando la realidad y atendiendo a las Sagradas Escrituras en cada momento de su historia, la Iglesia busca discernir la voluntad de Dios.

Salmo 95, 1-3. 10
R. ¡Anuncien las maravillas del Señor!

Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra; canten al Señor, bendigan su Nombre. R.

Día tras día, proclamen su victoria. Anuncien su gloria entre las naciones, y sus maravillas entre los pueblos. R.

Digan entre las naciones: “¡El Señor reina! El mundo está firme y no vacilará. El Señor juzgará a los pueblos con rectitud”. R.

Aleluya        Jn 10, 27
Aleluya. “Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen”, dice el Señor. Aleluya.

Evangelio     Jn 15, 9-11
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: “Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto”.
Palabra del Señor.

Comentario
¿Cómo sería la alegría de Jesús? La alegría de vivir unido al Padre, la alegría de dejarse llenar por el Espíritu Santo, la alegría de saber desde la experiencia profunda que el Padre quiere darnos vida... Esa alegría, que es sólida a pesar de los dolores y las tribulaciones que se aproximan, es la alegría que Jesús quiere contagiarnos.

Oración introductoria 
Gracias Dios mío por tu amor de Padre, que es para mí una fuente constante de consuelo y de luz. Te pido por todas aquellas personas que por diversos motivos se han alejado de Ti, para que en medio de las dificultades puedan ver tu rostro y hacer la experiencia de tu amor. Ayúdame a reflejar con mis actos el gozo de tenerte junto a mí. 

Petición 
Señor ayúdame a compartir con mis hermanos un poco del amor y del gozo que has depositado en mi corazón de forma que mi vida sea para ellos un camino que les conduzca hacia Ti. 

Meditación  

Hoy escuchamos nuevamente la íntima confidencia que Jesús nos hizo el Jueves Santo: «Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros» (Jn 15,9). El amor del Padre al Hijo es inmenso, tierno, entrañable. El Padre ama al Hijo, y Jesús no deja de decírnoslo: «El que me ha enviado está conmigo: no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a Él» (Jn 8,29). El Padre lo ha proclamado bien alto en el Jordán, cuando escuchamos: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me he complacido» (Mc 1,11) y, más tarde, en el Tabor: «Éste es mi Hijo amado, escuchadle» (Mc 9,7).

Jesús ha respondido, «Abbá», ¡papá! Ahora nos revela, «como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros». Y, ¿qué haremos nosotros? Pues mantenernos en su amor, observar sus mandamientos, amar la Voluntad del Padre. ¿No es éste el ejemplo que Él nos da?: «Yo hago siempre lo que le agrada a Él».

Pero nosotros, que somos débiles, inconstantes, cobardes y —por qué no decirlo— incluso, malos, ¿perderemos, pues, para siempre su amistad? Él no permitirá que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas. Pero si alguna vez nos apartásemos de sus mandamientos, pidámosle la gracia de volver corriendo como el hijo pródigo a la casa del Padre y de acudir al sacramento de la Penitencia para recibir el perdón de nuestros pecados. «Yo también os he amado —nos dice Jesús—. Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado» (Jn 15,9.11). 

Las obras de los católicos no son sólo exteriores, son fruto del amor interior a un Dios que ha querido dejarnos escrita su voluntad para conducirnos hacia Él y para hacernos objetivamente felices. Busquemos siempre cumplir nuestro deber motivados por el amor. La coherencia entre lo que creemos y lo que vivimos es un testimonio importante para quien ha dejado de experimentar el amor de Dios y la paz de quien cumple su voluntad. 

Propósito 
Leer reflexivamente la parte del catecismo de la Iglesia Católica que explica el sentido de los mandamientos de la ley de Dios. 

Oración con Cristo 
Gracias Señor por tu amor y gracias por dejarme indicado con tus mandamientos el camino que debo seguir para agradarte y para llegar al cielo que me tienes preparado. Ayúdame a poner amor en todo lo que hago incluso en las cosas más pequeñas de cada día. Señor quiero siempre cumplir tus mandamientos para permanecer en tu amor que es fuente del verdadero gozo. 


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