Hoy fueron beatificados 115 mártires de la diócesis de Almería, víctimas de las milicias del Frente Popular durante la Guerra Civil española. Son 95 sacerdotes o religiosos y 20 laicos, y entre estos últimos destaca, por sus particulares circunstancias, la gitana Emilia Fernández Rodríguez, conocida como La Canastera.
Una bella joven de 22 años, casada desde hacía uno y embarazada, que vivía en las cuevas de Tíjola consagrada a su trabajo con la estameña, que no se había visto envuelta en polémica política alguna, que dio a luz poco antes de morir y cuyo único delito fue haber aprendido a rezar en prisión y negarse a delatar a quien le había enseñado a hacerlo. Fue en las postrimerías de la contienda, el 25 de enero de 1939.
Me encomiendo a ellos y doy gracias a Dios por el valiente testimonio de estos nuevos Beatos.
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