Hoy os pongo en el blog un vídeo que he visto durante varios días a ratos libres. Es una misa en la catedral de Colonia:
Fijaos en la procesión de entrada a esta misa. Los detalles, siempre los detalles. Los acólitos no van todos vestidos igual, los han diferenciado en dos grupos con dos tipos de vestiduras. No todos los obispos concelebran. Alguien se debió dar cuenta que era más bonito que la mitad fueran revestidos liturgicamente y la otra mitad con hábito coral. (Eso ya lo observó el Papa Benedicto XVI y así lo aplicó en las grandes concelebraciones vaticanas.) Lo mismo es válido para los sacerdotes, no todos concelebran y de esa manera creamos una armoniosa variedad de vestiduras en estas ceremonias.
En esta apoteosis de la variedad armónica, se puede ver que los cardenales presentes no concelebran sino que van revestidos con capa pluvial. El altar de bronce es una verdadera obra de arte. Hasta las gafas del arzobispo me gustan.
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