
El video no tiene desperdicio. Para conseguir lo que nos interesa, ponemos todos los medios, a veces hasta los que no son tan lícitos, como la niña del video, que engaña al pobre chico y al final se queda con todo. Dios es tan bueno que se deja engañar, y nos da más de lo que nos corresponde a cambio de ... nada. ¡Reza y pide!
Publicar un comentario