Además de admirar la buena calidad de la edición, voy comparando con la traducción anterior y apreciendo los numerosos cambios introducidos.
Se ve que al traducir más literalmente se gana en riqueza teológica aunque se pueda perder en floritura literaria.
Me gusta también la mejor organización y distribución del libro, así como los numerosos nuevos santos que se han incorporado.
Mejora enormemente la traducción de las ántifonas, siguiendo la versión de la biblia de la Conferencia Episcopal Española.
También se nota la mayor precisión en las indicaciones o rúbricas para la celebración y algunos nuevos prefacios.
La traducción de las plegarias ahora llamadas "Para diversas necesidades" también ganan en riqueza de contenido.
Y lo mismo digo de la traducción de las palabras de consagración del cáliz.
En definitiva que es bueno se mejore el misal, instrumentos para una digna celebración de la Eucaristía, fuente y cumbre de la vida cristiana.
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