El Papa Francisco ha dicho a estos 500 empresarios de todo el mundo que "las riquezas son buenas cuando se ponen al servicio de otros”, ya que "el dinero debe servir y no gobernar”.
FRANCISCO
"Todas las actividades humanas, también la empresarial, pueden ser un ejercicio de la misericordia, que es participación en el amor de Dios por los hombres”.
El Papa ha tenido un discurso muy explícito sobre las responsabilidades y los desafíos del empresario.
FRANCISCO
"Deseo reflexionar hoy con ustedes sobre tres riesgos: el riesgo de usar bien el dinero, el riesgo de la honestidad y el riesgo de la fraternidad”.
El Papa les ha propuesto arriesgarse a "renunciar a ciertas ganancias económicas” por ejemplo para que los créditos sean "accesibles para familias, pequeñas y medianas empresas, campesinos, actividades educativas, sanidad, y la mejora e integración de zonas pobres”.
Les ha pedido que asuman "el riesgo de la honestidad, porque la corrupción es la peor plaga social”, aunque muchos caigan en esa tentación.
También les ha pedido que las relaciones entre empresarios y trabajadores no se limiten a la justicia, "porque todos merecen respeto y aprecio formal por parte de superiores, compañeros y subordinados”.
El Papa ha dicho a los empresarios que también ellos pueden ser santos y que precisamente él abrió en Argentina la causa de beatificación del empresario Enrique Shaw.
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