El pasado viernes 24 de abril participamos catequistas de Culledero, santiago de Burgos y de Vilaboa en la Escuela de Catequistas en Vilaboa y profundizamos sobre el significado de la Resurrección de Jesucristo.
Dos ideas centrales del anuncio apostólico sobre la resurrección de Jesús:
I. El resucitado es el crucificado.
En las apariciones a los discípulos Jesús muestra poco a poco su identidad. el evangelista san Juan escribe: ”Jesús vino y se puso en medio de ellos y les dijo: Paz a vosotros. Y diciendo esto les mostró las manos y el costado” (Jn 20,19-20)
La resurrección no borró las heridas de su muerte. Les mostró las llagas de su cuerpo para que contemplaran las señales de su muerte. En su resurrección Jesús recupera toda su vida humana incluyendo su muerte.
Esto significa que Jesús es el vencedor de la misma muerte. Esta verdad nos llena de gozo y de esperanza. En Jesús, vemos cómo será nuestra esperanza final. Dios hará que nuestra vida sea plena enjugará todo dolor, toda lágrima. No debemos temer ningún mal ni dolor, Dios se compromete con nosotros, él tiene siempre la última palabra. Y esta Palabra que pronuncia con su poder misericordioso es una palabra de amor, de vida, de paz, de felicidad.
II. La humanidad del resucitado.
Aunque resulte obvio, no debemos olvidar que Jesús resucitado no dejo de ser hombre, él lleva al Reino nuestra humanidad. La Misa de la Ascensión en la primera plegaria dice: ¡Reunidos en comunión para celebrar el día santo en que tu único Hijo, nuestro Señor Jesucristo, habiendo tomado nuestra débil condición humana, la elevó a la derecha de tu gloria”.. (Canón 1º.)Desde entonces el ser humano ha estado inmerso, de forma permanente e indisoluble, en la presencia de Dios. La vida divina está indisoluble y permanentemente presente como humana.
De esta forma podemos hacer las siguientes afirmaciones sobre el sentido salvador de la resurrección de Jesús:
⦁ En Jesús se cumplen todas las promesas Hch 13,32-33
⦁ Es confirmada la divinidad de Jesús Jn 8,28
⦁ Se proclama nuestra condición de hijos de Dios 1 Jn 3,1
⦁ Se fundamenta nuestra resurrección futura Rom 8,11
Concluimos haciendo la experiencia de los discípulos de Emaús, nos reunimos de dos en dos para conocernos mejor y compartir nuestra experiencia de esta pascua finalizamos haciendo una oración por parejas intercediendo uno por otro. Así dimos por concluido este ciclo de la escuela.
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