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1.- Hoy pueden elegirme como “Miss Alegría”.
¿No sería bueno que tuviese el honor de ser el corazón más alegre y más feliz de todos?
La alegría es mucho más bella que todos los cuerpos bellos.
Y hasta los feos pueden ser “Miss Alegría”. Por ejemplo, yo.
2.- Hoy pueden elegirme como “Miss Bondad”.
Me parece formidable llegar a la final del concurso de los corazones buenos.
Y el mío puede salir elegido como “Miss Corazón”.
¿Te imaginas ser el corazón que más bondad manifiesta ante el mundo?
Por ejemplo, el mío.
3.- Hoy pueden elegirme como “Miss Comprensión”.
En un mundo de intransigencias en el que cada uno se endurece juzgando y criticando al otro, yo puedo ser “Miss comprensión”, porque más que escandalizarme de lo que hacen los otros, comprendo sus debilidades.
Al fin y al cabo son las mismas que yo arrastro. Ser “Miss Comprensión”, por ejemplo, yo.
4.- Hoy pueden elegirme “Miss Amabilidad”.
¿Que nunca ha habido una “Miss Amabilidad”? Bueno, pues hoy puede salir elegida la primera.
Ser amable en las palabras.
Ser amable en los gestos.
Amable en los juicios.
¿No es un título suficiente?
Hoy, alguien en el mundo tiene que ser “Miss Amabilidad”. Por ejemplo, yo.
5.- Hoy pueden elegirme “Miss Esperanza”.
En un mundo en el que todos ya han perdido la alegría de esperar, yo aún confío en que mañana las cosas pueden ser mejores, de que los hombres mañana pueden ser diferentes.
Alguien hoy puede llevarse el título de “Miss Esperanza”. ¿Por qué no yo?
6.- Hoy pueden elegirme “Miss Sonrisa”.
Pero… si es tan fácil… la sonrisa no cuesta, la sonrisa está siempre lista para florecer en los labios.
¿Por qué ser tan terco en endurecer mi corazón y querer demostrar una seriedad que no tengo?
Hoy alguien va a ganarse el título de “Miss Sonrisa”. ¿Y no puedo ser yo mismo?
7.- Hoy pueden elegirme como “Miss Corazón”.
Eligen a tantas como “Miss Cuerpo”, ¿por qué no van a elegir también “Miss Corazón”? Al fin y al cabo, ¿la belleza del cuerpo no nace también del corazón?
No me digan que un cuerpo bonito con un corazón triste es bello.
La belleza del cuerpo también nace de dentro.
Y hoy alguien puede ser elegido “Miss Corazón”.
Y eso, ¿por qué no puedo ser yo mismo?
Clemente Sobrado C. P.
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