En la fiesta del padre Francisco Palau aprovecho para felicitar a las carmelitas misioneras, a las carmelitas misioneras teresianas, al carmelo misionero seglar y a los misioneros laicos palautianos. He hablado del padre Palau en varias ocasiones, como aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí... A continuación les presento algunos pensamientos tomados de sus obras.
He tomado mi vuelo hacia los prójimos.
Dejemos que Dios nos cuide.
Subí el monte, guiado mi corazón por el amor.
Vivo y viviré por la Iglesia, vivo y moriré por ella.
El amor todo lo cree posible.
María preside nuestra misión, como hijos que somos del Carmen.
La voz de Dios no deja vacío alguno en el alma, la llena y no vacila.
Creo que me llamó Santa Teresa a su Orden para esta obra.
Los prójimos, bajo Cristo su cabeza, unidos entre sí por amor, son la Iglesia.
Te hallé porque tú me saliste al encuentro.
Tu Amada se ha hecho presente a tu espíritu por fe: por fe ella se ha comunicado a ti; y su presencia, por fe, ha estampado y ha grabado en tu ser su figura y su imagen; y su misma presencia, hallando tu corazón dispuesto, ha grabado allí el amor.
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