Nada más llegar a la parroquia, con las pilas bien cargadas, tras el retiro espiritual, he preparado la corona de adviento, con sus luces y su verdor. Para ir encendiendo luces en el camino parroquial, para esperar gozosos la navidad.
Estaremos vigilantes, como nos dice el evangelio del primer domingo de adviento, para ver más allá de nuestras narices y descubrir a nuestro alrededor las necesidades.
Y prepararemos la Navidad desprendiéndonos de algún alimento para darlo a quien no tiene y recogiendo dinero para ayuda de quien no puede pagar lo que gasta o debe.
Así, con ayuda de la Virgen, mmadre y maestra, celebraremos una muy feliz y santa Navidad 2014.
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