Ayer celebramos la fiesta de santa María Magdalena, una de las personas más representadas en la historia del arte, sea en escenas de su vida sacadas del evangelio, sea en otras inspiradas en leyendas sobre su persona, especialmente en la Leyenda Aurea (que se retiró a hacer penitencia al sur de Francia, que los ángeles la llevaban al cielo durante la oración, que convirtió a muchos a la fe...).
Su figura no suele faltar en los calvarios, junto a las de María y Juan. Además, hay numerosos ejemplos del modelo "Nolli me tangere" ("No me toques, en latín", en referencia a un texto del Nuevo Testamento en la traducción de la Vulgata). Pero lo que más sorprende es la gran cantidad de cuadros y esculturas que la representan sola.
Los artistas medievales y renacentistas la suelen pintar con un bote de perfume en las manos, como hacen también los iconoss orientales que, de hecho, la llaman la "mirófora"; esto es, la "portadora de perfumes", en recuerdo de su visita a la tumba de Jesús con aceites perfumados. Durante el barroco priman las representaciones como penitente, con una calavera entre las manos.
Mientras que otros personajes han perdido la importancia que tuvieron en otros tiempos, María Magdalena nunca ha perdido actualidad y ha seguido siendo representada en numerosas pinturas y esculturas hasta el presente, tanto por artistas religiosos como laicos. Aquí solo recojo algunas muestras para que se hagan una idea.
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