He visto las fotos del funeral del cardenal Meisner. El clero de la catedral Colonia, como siempre, es mi favorito a la hora de organizar liturgias. Da gusto ver lo bien que hacen las cosas. No sólo bien, sino estupendas.
El cardenal Woelki imprime una majestad a sus ceremonias que resulta impresionante. Su personalidad se trasluce a través de su rostro. Tiene la mirada y el gesto de un gran pontífice. Es alguien que realmente me gustaría conocer un día y charlar con él; cosa que puedo decir de pocas personas. Además, en la catedral de Colonia no tienen ningún problema con el color negro para los funerales, cosa que añade mucha más solemnidad.
Ahora bien, me atrevo a dar dos sugerencias. Pidiendo que si algún liturgista, ahora o en el futuro, quiere añadir algo (o corregirme), por favor, que lo haga.
La primera sugerencia es que no veo que el cáliz deba colocarse sobre el ataúd. Primero, no es ése su sitio. Segundo, el caliz, incluso en la credencia, debe estar cubierto por un velo. ¿Por qué? Porque es un vaso sagrado, y lo sagrado se vela. Sólo se desvela al ser colocado sobre el altar. Una vez purificado, hacia el final de la misa, vuelve a ser velado. Recordemos el respeto que se tenía a los vasos sagrados en las Escrituras. No, el ataúd no es su lugar.
En algunos lugares, ha comenzado la costumbre de colocar el libro de los Evangelios sobre el ataúd de un sacerdote cuando muere. Me parece bien esa costumbre en el caso de los sumos pontífices, porque ésa es la costumbre. Pero no soy favorable a que se extienda. Tampoco el ataúd es el lugar para colocar la sacralidad de los santos evangelios. Curiosamente, la mayor parte de los maestros de ceremonias descubren en el último momento que la tapa de ataúd no es plana como habían imaginado y deseado. Las improvisaciones ante ese obstáculo son la prueba de que la tenacidad lo logra todo.
La mitra y la estola no me parecen mal sobre el ataúd. Pero, en el caso de un cardenal, vería mucho mejor colocar encima un galero cardenalicio (como símbolo), aunque el finado no lo haya usado nunca. Así lo hicieron con el cardenal George en su funeral la catedral de Chicago. Alabo la decisión y escrito este post con la levísima esperanza de que cunda el ejemplo.
¿Qué colocaría usted encima del féretro del padre Fortea? Elija una opción:
-una birreta
-una estola
-un ejemplar de Summa Daemoniaca
-una rana (razone la respuesta)
-un galero cardenalicio (por su amor a los galeros)
-flores de plástico
-un cáliz
-un óbolo para Caronte
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