Con la canción "Despacito" el pop latino corona una de las cimas de éxito mundial: la lista Billboard hot 100. Luis Fonsi y Daddy Yankee están superando todos los records. Emilio García lo comenta hoy en "Las Provincias":
En primer lugar, no me convence el comentario -ingenuo y falso- de que se trata de un bailoteo inocente, un reguetón juguetón e inocuo donde jóvenes amigos juegan a enrollarse con cariño y encanto en un ambiente tropical puertorriqueño. El videoclip comienza con la aparición de una bomba, una modelo en la que se van acentuando hiperbólicamente sus atractivos sexuales. La chica estrella no ha caído de cielo, se trata de Zuleyka Rivera, Miss Universo 2006. No me extraña que todos quieran bailar con ella despacito. Encarna espectacularmente el canon actual de belleza femenina, fantasía inalcanzable para la mayoría de mujeres del mundo.
Visión lúdica y banal de la sexualidad aliñada con música tropical. Todo un juego interactivo entre cuerpos donde se pacta ser instrumentos sexuales disponibles a las manos, meros envoltorios abrefácil. Un baile y una letra que propone a los cuerpos pasar de ser espacios cerrados íntimos a cuerpos abiertos, un vivero de órganos en movimiento con gestos y posturas lesionadoras de la intimidad. Al son de la música los cuerpos se aproximan pasito a pasito para ser invadidos sexualmente por el otro. En el baile la impudicia consentida rebaja a los cuerpos a objetos en estado de tensión, territorios corporales recorridos por manos, piernas y bocas, trasgrediendo los límites de su intimidad. Cosifican y se adueñan del cuerpo del otro.
Explotación del instinto y poco más... añadiría yo.
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