La siempre insuficientemente ponderada Presidenta de la Comunidad de Madrid, la Exma. Sra. Dña. Cifuentes, ha tenido a bien posicionarse y abogar a favor de la legislación -dar cobertura legal- a lo que ella prefiere llamar “maternidad subrogada”, para evitar -en su opinión y según sus delicados oídos-, el malsonante término -quizá incluso también algo despectivo: siempre según sus personales y finas modulaciones acústicas- de “vientre de alquiler".
Término, por cierto -"vientre de alquiler"-, que no es más que otro eufemismo -igual que el que prefiere utilizar la Sra. Presidenta de “maternidad subrogada"- para no llamar a las cosas por su nombre: vientre “comprado": vientre esclavizado, embarazado y niño dado a luz, que se vende al que pone el dinerito y lo compra.
Todo, por supuesto, bien pagado, especialmente a los explotadores y a los intermediarios; menos a la mujer, que es la que más pone y la que menos se lleva. Todo vendido y comprado. Y todo el infame tinglado al servicio de las “parejitas", especialmente las homosex -gays y lesbis- que, como “natura non dat", acuden con su buenas perras en mano a las “granjas” de mujeres muy pobres de países pobres. En esto, el mundillo del orgullo es totalmente “realista”: se dejan de tonterías de “matrimonio", “amor” y demás zarandajas, y van al grano: -"que preñen a una tía, que me llevo al chaval".
Granjas donde, además de “aprovecharse” de su extrema pobreza, “explotan” sexualmente -si no, no hay “hijo"- a las susodichas mujeres, a las que primero “se” embarazan, luego “se estabulan” en condiciones que no comparten ninguna de las mascotas de esas “parejitas” -el mismo SEPRONA denunciaría de oficio a sus dueños, y les caería una buena- y, una vez que han dado a luz, se les retira cruelmente el fruto de su vientre: lo que de toda la vida se ha venido en llamar “hijo” (su hijo) hasta ahora al menos; y la tal criaturita “se vende” -como bien ha dicho la Sra Presidenta que nos ocupa: “maternidad subrogada”, dice ella- a las “parejitas” -no especifica “circunstancias” pero nos las sabemos de sobra- que, como no puede ser de otra manera, "no pueden tener hijos".
Un inciso:: las bien llamadas “femen", enfadadas consigo mismas y con todo el mundo por ser mujeres, y que bociferan frente a la TV con las domingas al aire, y muy bien rotuladas: “nosotras parimos, nosotras decidimos", y otras cosas al uso -si no hay TV no salen, que hace frío, sobre todo en invierno-, y que afirman defender a la mujer, en concreto y rabiosamente contra todo asomo de “preñez” -nada más machista que dejarse “embarazar": y no van a darles a los “hombres” esa victoria: antes matarlos a todos-, tendrían aquí, en el caso de las granjas de estabular mujeres preñadas, una elevadísima y justísima causa de protesta, ¡¡¡y esta vez con toda la razón!!!
Quizá por eso mismo, ni lo intentan, claro. ¡Cómo van a protestar “justamente y con razón"! Sería la primera vez, y no se lo pueden permitir. Porque vamos a ver: unas “mujeres” pobrísimas, de un país pobre, marchacadas en su dignidad y esclavizadas, que “se dejan embarazar” -el método es lo de menos, y de seguro que no usan ninguna sutileza…-, ¡no son dignas de ser defendidas! ¿Por qué no? Porque son las que proporcionan “mascotas” a las susodichas “parejitas": y todo método es bueno cuando la causa es del orgullo LGTBI. Y no van a ir contra su propio orgullo, que lo tienen y en grado superlativo: son absoluta y “científicamente orgullosas".
Sigamos. Luego, una vez que las parejitas han recibido el “paquete” -por servicio urgente y especializado-, se dan mucha prisa en acudir a los mass media: porque los tales “receptores" tienen que mostrar al mundo su “orgullo” de “padres” o “madres"; y, por tanto, los “frutos” de su “amor” en parejo/a: frutos falsos, infames, inmorales, generadores de tragedias…; pero ¡pelillos a la mar! Realmente, tienen de padr@s lo que yo de astronauta. Pero, y a estas alturas, ¿quién les va a decir que van desnudos, si todos ya van "in puribus"? Así están montadas las cosas para bien de la ideología de género y a mayor gloria del “orgullo".
A la Sra. Presidenta, todo esto le parece no solo bien, sino que es “de justicia” que parejitas que no pueden tener hijos, los tengan. Y el “método” no va a ser ningún problema, porque si hay “demanda social” y si “se puede", ¿por qué no se va a hacer? Se legisla - se “ajusta a ley"- a favor de estas inmorales infamias, y todos tan contentos.
Esta Eminentísima Señora -que no sé qué preparación ha tenido para llegar a donde ha llegado; claro que cuanto más alto, las caídas son más gordas y hacen más pupa- no ha pasado del “si se puede…, ¿por qué no se va a hacer?”. O sea y según ella: si se puede hacer una cosa, se puede hacer y se hace y sanseacabó la cuestión. Es el mismo argumento “moral” de los violadores, de los ladrones, de los saqueadores de países enteros, de los mangantes de los ERES, de los falsificadores, de los asesinos, de los políticos de curriculum y nómina, etc. ¡Buena gente donde la haya!
Esta Excelsa Sra no ha caído en la cuenta -o no quiere caer, que será lo más seguro- que no basta “poder” hacer una cosa para que sea “legítimo” hacerlo y, entonces, tenga uno “derecho” a hacerlo. Y la “legitimidad” y el “derecho” del actuar humano no provienen del “voluntarismo” con el que se construyen las leyes hoy en día; y así nos va: es anterior a cualquier “ley” -siempre construcción humana- porque pertenece al “ser persona". Porque con ese “procedimiento” justifica el nazismo -con sus leyes y sus obras-, por ejemplo, que fue encumbrado de un modo mucho más democrático que los actuales: y no creo que la señora Presidenta estuviese por la labor o le gustase que se la catalogara como tal, o que se dijera que apoyaba tales cosas.
La materialidad del “poder hacer” siempre ha de enfrentarse con la “impertinente” pero “absolutamente necesaria” cuestión del “deber hacer"; es decir, si lo que puedo hacer materialmente -matar, por ejemplo-, “debo o no” hacerlo. En otras palabras: si tengo “derecho", si es “justo"; es decir, si es conforme “a justicia": a lo que me debo a mí mismo, y a lo que debo a los demás. Porque si no lo es, “no debo” hacerlo, aunque pudiera hacerlo materialmente. Que se le ha debido pasar por alto este detallito a la señora Presidenta. “O no", que diría su ejemplar Presidente.
Precisamente por la ineludible cuestión del “debo o no debo” a una persona se le pueden “pedir responsabilidades"; y no porque haya una ley “humana” -infame, en este caso, como todas las que se refieren al mundillo arcoiris y a la impuesta y por lo mismo injusta “ingeniería social"-; porque si es un problema de “ley", mientras no me pillen…, “que le den” a la ley. En todo caso, y supuesta una ley “justa” -conforme a la dignidad humana-, también y siempre se presenta el tema de que “debía” seguirla, y “no debía” conculcarla. Y por eso es justo exigir rseponsabilidades. Y siempre es injusta la “impunidad”
Es lo que tiene ser persona humana, en relación con uno mismo y en relación a las demás personas. Si eres una vaca, o enfrente tienes una vaca, las cosas son distintas. Al menos, distintas eran hasta no hace mucho; porque hay una tendencia -que se ha instalado ya en el imaginario del mundo actual- que empezó por traspasar a los animales los derechos de las personas…, y se ha llegado al punto de que ya se les conceden más derechos a ellos. Vamos, que casi estoy empezando a tener envidia de los bichos.
Hace muy mal, Sra. Presidenta con su “cruzada” taliban-laicista. Luego no se queje si alguien se siente con derecho a asaltarle la casa, simplemente porque “puede” hacerlo. Podrá mandarle a los guardias, pero no tendrá ni medio argumento para afearle la conducta. Porque sin el “no debía hacerlo” porque la casa no era suya, ni se le puede echar nada en cara, ni se le puede pedir ninguna responsabilidad. Solo queda “el peso de la ley", que por cierto y en España ese peso es muy liviano, especialmente para los políticos, sinficalistas y los “ladrones de guante blanco".
Y entonces, con ese tipo de leyes que arrasan con la dignidad de las personas, si uno no hace una cosa es “porque no puedo"; y nunca “porque no debo": que es lo que nos debería salvar a unos de otros, y no si hay un poli de guardia, que es lo que está pasando.
Y así nos luce el pelo.
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