Escribe Daniel TirapuHumanismo cívico como solución, hay que estar donde se gestan las propuestas, espacio público y privado; sin abandonar nunca a Dios, porque se acaba matando al hombre.
Baeza, señorial y renacentista. Curso de posmodernidad.
Media hora de un vídeo de Alejandro Llano, me aclaran más que muchas lecturas. La modernidad fue el atrévete a pensar por ti, investiga, deja la tutela de padres, maestros, Iglesia. Progreso, progreso; pero fracasó; fascismos, nazismo, comunismo, guerras violentas.
La posmodernidad se sitúa después de la segunda gran guerra; escepticismo irónico, no me cuentes grandes historias ni relatos. Sé lo que quieras, pero no me obligues a serlo, la democracia como modo de convivir, pensamiento débil muy débil, relativismo a tope; nueva sensibilidad: ecologismo, feminismo, pacifismo y nacionalismos que pensábamos superados. Todo ello con su parte buena y sus inconvenientes: la gran mentira ecológica milenarista, la ideología de género extrema, el pacifismo de no intervenir mientras no nos afecte esa guerra y del nacionalismo radical, miren Cataluña y País vasco.
Humanismo cívico como solución, hay que estar donde se gestan las propuestas, espacio público y privado; sin abandonar nunca a Dios, porque se acaba matando al hombre. Esta es nuestra época: blogs, redes sociales; como me decía el hijo de un amigo profesor, he visto a Alonso (el de la fórmula 1) por la calle, pero está mucho mejor en la tele que en la realidad.
religionconfidencial.com
Publicar un comentario