Podemos dividir el Antiguo Testamento en los siguientes bloques: Pentateuco, libros históricos, proféticos, poéticos y sapienciales.
1. El Pentateuco (palabra que significa «los cinco libros»). Compuesto por Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.
2. Libros históricos. De los que forman parte Josué, Jueces, libros de Samuel, libros de los Reyes, libros de las Crónicas, libros de los Macabeos y otros menores.
3. Libros proféticos. Entre los que se cuentan los 4 profetas mayores (Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel) y los 12 menores.
4. Libros poéticos (Salmos, Cantar de los Cantares, Lamentaciones) y sapienciales (Job, Proverbios, Eclesiastés, Sabiduría y Eclesiástico).
Como es natural, los judíos no lo llaman Antiguo Testamento, sino Tanaj, que es el acrónimo que surge al unir las tres partes que contiene: La «Torá» (la «Ley» o Pentateuco), los «Nevi'im» («Profetas», que contienen los profetas anteriores –nuestros libros históricos– y los profetas posteriores –nuestros libros proféticos–) y los «Ketuvim» («Escritos», que recogen los libros sapienciales y los poéticos).
Los hebreos no ponían títulos a los libros, y solían llamarlos por la primera o las primeras palabras de cada texto. Los nombres que usamos nosotros vienen del griego y suelen hablar de los contenidos de cada volumen.
Veamos los nombres de los cinco primeros libros de la Biblia (los fundamentales para los judíos), que son llamados «Torá» en hebreo (que se traduce por «Ley») y «Pentateuco» en griego (que significa «cinco tomos»). El primer libro de la Biblia es llamado en hebreo «Bereshit» («en el principio») y en griego «Génesis» («los orígenes»). El segundo libro es llamado en hebreo «Shemot» («los nombres») y en griego «Éxodo» («la salida»). El tercero es llamado en hebreo «Wayyiqrá» («y llamó») y en griego «Levítico» (porque trata sobre los miembros de la tribu de Leví, los encargados del culto divino). El cuarto es llamado en hebreo «Bamidbar» («en el desierto») y en griego «Números» (por las numerosas genealogías que contiene). El quinto es llamado en hebreo «Devarim» («palabras») y en griego «Deuteronomio» («segunda ley», porque reelabora los contenidos del Éxodo).
Por su parte, el Nuevo Testamento está compuesto por estos bloques: Evangelios, Hechos, Cartas paulinas y católicas, Apocalipsis.
1. Evangelios, que cuentan la vida y enseñanzas de Jesús (Mateo, Marcos, Lucas y Juan).
2. Hechos de los Apóstoles, que narran los orígenes de la Iglesia después de la resurrección de Jesús, especialmente la actividad de los apóstoles Pedro y Pablo.
3. Cartas de san Pablo, ordenadas desde la más larga a la más corta, a las que se añade la carta a los Hebreos.
4. Cartas Católicas (de Santiago, Pedro, Juan y Judas).
5. Apocalipsis, que interpreta teológicamente la historia, los sufrimientos de los creyentes y anuncia el triunfo definitivo del proyecto de Dios.
La actual división en capítulos y versículos es relativamente reciente. Se empieza a utilizar, para facilitar las citas, en la Edad Media y no se generalizó hasta el siglo XVI, con el uso de la imprenta.
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