Comparto el video oficial de esta canción que un gran argentino (Palito Ortega) le dedicó a otro gran argentino (Jorge Bergoglio). De paso, nos sirve para hablar un poco del Papa Francisco del cual hace rato no decimos mucho en este blog.
Las repercusiones de su enseñanza en el mundo profano parece que siguen igual… ya sin tanta presencia mediática como hace unos meses. Pero no escucho casi ningún mensaje negativo. Es impresionante como un gesto grandioso de humildad (la renuncia de Benedicto) sacó a la Iglesia de los titulares negativos a causa de los casos de abuso sexual, filtraciones de documentos o desmanejos financieros. No es que estas cosas se superaron… simplemente la “realidad Francisco” descolocó a los creadores de opinión mediática que ya no pueden usar con tanta eficacia esos argumentos. Dicho sea de paso, muchos no los usaban como lo que son (delitos) sino como armas de desprestigio moral para la institución humana (nos es que sea esto, es la manera de verla que tienen ellos) que más firmes conceptos morales presenta al mundo de hoy. Gracias a Dios en Francisco la palabra moral de la Iglesia vuelve a tener el peso que debe tener (pensemos en el acto de adoración eucarística por la paz en Siria). Como diría mi Obispo, Dios se ríe de las malicias humanas y las contesta con gestos que nos descolocan.
Pero mi intención hoy no es hablar sobre esto o comentarles sus enseñanzas… sino que me ha causado cierto asombro las repercusiones que estas (y sus gestos) está teniendo entre los católicos. Si, entre nosotros.
Lo que me causa mucha risa es la inversión de la valoración de la percepción acerca del papado que tienen ciertas posiciones más extremas dentro del catolicismo. Esas que están tan en el extremo que corren el riesgo de quedar afuera… Para generalizar posturas, me refiero (aunque no me gusta usar estas expresiones en absoluto porque el catolicismo tiene mucho de ambas a la vez) a los conservadores y a los progresistas. Uno leía ciertos blogs en los cuales los primeros ensalzaban al Papa Benedicto y destrozaban como herejes a los progresistas que lo defenestraban. Hoy es al revés: los progresistas, de parabienes con el Papa Francisco, invitan a tener más apertura mental a los conservadores y a dejarse guiar y enseñar por el Sumo Pontífice. Se ve que tanto unos como otros no terminan de entender por dónde va la cosa.
De mi parte, ni una ni otra cosa. Yo he “conocido” tres Papas muy distintos. Los tres me confirmaron en la fe (que es la tarea que Jesús le dio a Pedro) y me invitaron a seguir mi camino de creyente en la Iglesia. Cuando eligieron a Benedicto un periodista me preguntó sobre el significado de esa elección. Me acuerdo que le expliqué que en cuanto a conservar y transmitir la verdad revelada nada cambiaría. Y en cuanto a su acción concreta, descubriríamos “matices pastorales” que tienen que ver con las opciones de acción eclesial que cada uno de ellos asume. Cuando radicalizamos los “matices pastorales” es cuando desdibujamos la verdadera acción y entonces nos peleamos por verdaderas pavadas que no conducen a nada más que a la destrucción humana de la comunidad eclesial.
Yo trato de dejarme guiar por la palabra del Papa con la certeza de que es una palabra de Magisterio. Es decir, una palabra que está al servicio de la revelación que nos llega a través de dos fuentes: la Tradición y la Sagrada Escritura. El Papa (como mi obispo) simplemente me ayuda a vivir más en profundidad la condición de creyente… me marca caminos… me advierte sobre dificultades… me ilumina en lo concreto. Pero soy yo el que toma decisiones que también tienen que ver con “matices pastorales” o vivenciales.
Tengamos en cuenta un detalle no menor: la mayoría de las palabras de los Papas caen en saco roto simplemente porque no resuenan en la mayoría de los católicos. Están dichas o escrita pero son olímpicamente ignoradas, Y si alguien se escandaliza simplemente levante la mano (o deje un comentario al final) quien sepa de que estoy hablando si digo “Redemptor Hominis”; “Deus Caritas Est” y “Lumen Fidei” (no se vale googlearlo para dejar un comentario… si se vale hacerlo si no sabemos de que se trata y queremos enterarnos). Y luego, de entre los que levantaron la mano (o dejaron un comentario) vuelvan a levantar la mano quienes leyeron las tres completas…
En este sentido, si me está gustando la manera de evangelizar con la palabra que tiene el Papa Francisco. Primero porque ha percibido que el gran signo de los tiempos es la perdida de la identidad cristiana que tiene nuestra cultura. Y eso no se soluciona con apologías o rasgaduras de vestiduras. Se soluciona con el anuncio primero y sencillo de lo central de nuestra fe: lo que se denomina el kerygma. Si no nos encontramos con el rostro verdadero de Jesús y lo seguimos… no hay cultura cristiana que valga y, entonces, tampoco tiene mucho sentido hablar de cuestiones antropológicas profundas como el aborto, la eutanasia o el divorcio. Francisco vuelve a proponer lo esencial, tal como se lo propusieron los obispos latinoamericanos en Aparecida (es que para entender a Francisco hay que leer ese documento o morir en el intento).
También me ha gustado la capacidad de decir frases cortas y muy cargadas de sentido. Es ideal para nuestra cultura ya que son perfecta para los títulos de los medios (¿alguien lee más que eso?) o entran en los 140 caracteres que permite twitter. Por eso también produce mucho impacto y es comentado más que Benedicto al cual había que predisponerse para escuchar o leer algo largo (dicho sea de paso, a mi me gustaba muchísimo leerlo).
Bueno, esto da para mucho más, pero en este viernes musical les comparto el video de Palito Ortega:
Y, como le gusta decir al Papa Francisco, recen por mí que voy a estar todo el fin de semana de retiro en la ciudad de La Paz.
Etiquetas: Francisco I, Iglesia, libertad, magisterio, música cristiana
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