Así ha quedado de bonita la imagen peregrina de la Virgen de Valvanera que, cuando nos visitó, necesitaba una urgente restauración. Le he agradecido de corazón, en la ceremonia de clausura del año de la fe, celebrada en Logroño, los frutos de este año de la fe y su visita, y le he pedido que nunca nos falte la fe, aunque carezcamos de todo lo demás.
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