¡No hay otro nombre que sea tan dulce…, no hay otro nombre como el de Jesús! Esto es lo que se proclamó durante toda la mañana de ayer en la parroquia de San Pedro de Muros
250 niños y jóvenes de los grupos de catequesis de Muros, Serres y Sestayo con sus catequistas, y su párroco, Alfonso, celebraron el Día de Jesús. El nombre de Jesús, se hizo oración permanente en los niños y jóvenes, que lo trajeron escrito y dibujado de muy diversas y creativas maneras junto al suyo, fue el nombre con el que oraron en su corazón y el que proclamaron con sus bocas; fue el nombre que celebraron en la Eucaristía y fue el nombre que se llevaron en su corazón. Con banderas de diferentes colores identificaron las distintas maneras de orar, y ya en la Eucaristía, aprendieron la oración de los cinco dedos, para cuando no se acurden por quién tienen que rezar.
Ayer, en Muros, se tuvo la certeza que el nombre de Jesús quedó sellado en el corazón de los niños, jóvenes, catequistas y familias que, juntos, vivieron esta fiesta con la que se pasó de las palabras a los hechos, despertando la espiritualidad de los más pequeños.
El nombre de Jesús, fue escrito, orado, pronunciado, cantado, bailado, adorado, celebrado y llevado. “No hay otro nombre que sea tan dulce…, no hay otro nombre como el de Jesús”.
Jesús, Jesús , Jesús, Jesús, Jesús...
Fotos: Miguel Castaño
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