Así amanecía Clavijo y su castillo a tan sólo 10 km de Villamediana. Nos rodea la nieve en lo alto y arrecia el frío también por lo bajo. Se acabó el calorcillo de los días pasados y nos llega hasta la cocina el frío otoñal, presagio ya de los fríos invernales. Tres grados marcaba el termómetro en Sorzano. Cinco teníamos en Villamediana. Así que tuve que encender la calefacción para que las catequesis se desarrollen con normalidad y sin necesidad de seguir con el abrigo y la bufanda. Buen tiempo, de todos modos, para el recogimiento y la profundización interior. Y para una corridita por el campo. Hoy la hice y me sentó muy bien.
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