Muchas personas me han agradecido el consuelo de escuchar hablar de Maduro sin diplomacias, sin rodeos, con claridad. Para estas pobres víctimas escribí ayer, porque el pastor debe consolar a los necesitados. Y ellos están necesitados de que se le llame en la cara “asesino” al que es un asesino.
Sólo he buscado el consuelo de ellos. Para nada me dirijo a Maduro. Cuando lo hago en mi último post, es pura retórica. Hablo para las víctimas.
Una persona me decía no sé qué de qué de paz, amor y buen rollito. No, señor. A Hitler, había que darle una buena ración de tanque.
Lucas 13: 31-33
En ese momento llegaron unos fariseos diciéndole: Sal y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar.
Y Él les dijo: Id y decidle a ese zorro:
``Yo expulso demonios, y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día cumplo mi propósito. Sin embargo, debo seguir mi camino, hoy, mañana y pasado mañana; porque no puede ser que un profeta muera fuera de Jerusalén”.
Le llama zorro, y no lo hace en un buen sentido, sino que usa la palabra en un sentido pésimo: porque sabe que es un asesino. Pero no puede ir más allá y decir más cosas si no quiere acabar como Juan el Bautista.
La imagen de Dios que nos han dado algunas personas, desde luego, no es el Dios bíblico. Yo creo en el Dios de las Sagradas Escrituras. Sólo hay un Dios en el Antiguo y el Nuevo Testamento. Y Él nos ha dicho también: Mía es la venganza (Deuteronomio 32, 35).
Alguien me dirá: “Claro es el Dios del Antiguo Testamento”.
Ya he dicho que sólo hay un único Dios en todas las Escrituras. Pero a ese tal le digo:
Amados, nunca os venguéis vosotros mismos, sino dad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: MÍA ES LA VENGANZA, YO PAGARÉ, dice el Señor(Romanos 12:19).
Publicar un comentario