En este día hemos hablado en el cursillo de preparación al matrimonio:
"Cada niño está en el corazón de Dios desde siempre, y en el momento en que es concebido se cumple el sueño eterno del Creador. Pensemos cuanto vale ese embrión desde el instante en que es concebido. Hay que mirarlo con esos ojos de amor de Padre, que mira más allá de toda apariencia". (Papa Francisco. Amoris laetitia, n 168)
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