Por lo general, cuando una persona vive una situación límite, es capaz de sacar lo mejor y lo peor de sí mismo. Cuando la vida nos maltrata, cuando tenemos un golpe duro e inesperado, o cuando nos sentimos traicionados, nos resulta difícil confiar en los demás: no sabemos ya perdonar, y nos cuesta dar o, simplemente, sonreír.
Sin embargo, esta campaña nos muestra todo lo contrario. Nos dice que es posible cambiar: es posible dar sin esperar nada a cambio. Y nos lo dice sin palabras, por el gesto supera las diferencias de raza, lengua o cultura. Tal y como cuenta la hermosa historia que veréis a continuación, existe un lenguaje universal que trasciende todos los demás: el lenguaje de los gestos. Y un pequeño gesto de amor, de compasión, puede llegar a cambiar nuestra vida. Enhorabuena a True Move.
Alfonso Méndiz, en alfonsomendiz.blogspot.com.
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