Razones para acudir a misa a una parroquia o a otra



Pregunto, preguntamos a nuestra gente, las razones para acudir a una parroquia o a otra. Sin orden ni concierto, ahí les dejo lo que nos cuentan los fieles.
Un horario cómodo de misas.
Puntualidad para comenzar.
Puntualidad para acabar, que uno sepa más o menos lo que va  a durar la celebración.
Servicio de confesores.
Buen funcionamiento de calefacción y aire acondicionado.
Que se aparque bien.
Que se celebre la misa sin que te lleves sobresaltos en la liturgia y en la predicación.

De todo esto, dos cosas son las que más quisiera destacar.
Lo de los sobresaltos. Gente me dice que no está por la labor de vivir la misa de susto en susto. Por ejemplo, ese amigo que vio aparecer en el altar a un sacerdote con una camiseta pidiendo la libertad de los presos vascos, o ver celebrar sin casulla, o incluso con casulla, pero sin alba, o con estola arco iris.
Sobresalto en la predicación, donde gente cuenta que va de sofoco en sofoco. Uno que niega el sacrificio expiatorio de la cruz, otro que justifica casi cualquier desorden moral (o sin casi), aquel que casi se carcajea de la confesión, ese que…
Sobresalto la comunión en plan autoservicio. Sobresalto aguantar una vez más lo del romano imperialista puñetero y desalmado. Sobresalto un rosario de moniciones tan improvisadas como previsibles, que ya tiene mérito aunar ambas dos. Sobresalto escuchar el canon de la misa cada día con variaciones propias.
Me decía un feligrés: mire padre, yo ya tengo mi edad y no estoy para sustos.
La puntualidad. Porque tiene su guasa que la misa de las doce sea a las doce y tres, doce y cinco, doce y siete, o doce y cuarto. Y no precisamente porque el reverendo esté confesando y tenga que resolver un problema serio, que puede pasar, sino porque llega tarde y encima se pone a chismorrear con Mari Puri, de profesión imprescindible.
Puntualidad para el inicio de la misa, y puntualidad para el final, que eso sí que es importante para mucha gente.
Parte del respeto hacia los fieles -y saben que para un servidor los feligreses serán siempre “el respetable”- es no jugar con su tiempo. Hoy andamos todos a carreras, grandes y chicos, y la gente vive con el tiempo tasado porque tiene que trabajar, recoger a los nietos, llevar a los hijos a natación, hacer la compra… Lo que sea.
Pero claro, va uno a misa de nueve, con el tiempo medidito, contando que al ser día laborable no será más de veinticinco – treinta minutos, y se encuentra con que la misa de nueve comienza a las nueve y siete minutos, y que ese día el sacerdote decide cantar, predicar y bailar casi. Total, que sales a las diez menos cuarto. Una vez, vale. La segunda vez que la misa de un día laborable te supone invertir cincuenta minutos, pues nunca más. Y lo mismo el domingo. Que la gente sepa aproximadamente, cinco minutos arriba o abajo, cómo organizarse. Por respeto.
Pues eso. Saber cuándo voy, saber cuándo salgo, y sobresaltos, los menos. Con esto me basta, me decía un feligrés.
Let's block ads! (Why?)
03:53

Publicar un comentario

[facebook][blogger]

SacerdotesCatolicos

{facebook#https://www.facebook.com/pg/sacerdotes.catolicos.evangelizando} {twitter#https://twitter.com/ofsmexico} {google-plus#https://plus.google.com/+SacerdotesCatolicos} {pinterest#} {youtube#https://www.youtube.com/channel/UCfnrkUkpqrCpGFluxeM6-LA} {instagram#}

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DesactivadoPor favor, active Javascript para ver todos los Widgets