Cuando los santos van marchando
Cuando miramos la vida de la Iglesia hay dos perspectivas. La de mirar el vaso medio vacío y denunciar todos los pecados que hay en su interior. O cuando miramos el vaso medio lleno y alabamos a Dios por la vida de santidad que hay en lo cotidiano. Ambas miradas son válidas pero no son excluyentes. O caemos en la tentación de vivir o de “complejos” o de “exitismos”. Yo creo, como lo dice el Concilio Vaticano II (y recordé (Siga leyendo en el blog haciendo click en el título... )
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