En medio de la montaña se encuentra esta singular ermita que se ve en la foto. He llegado a ella, con Luis Antonio y Victor, siguiendo el rastro de la pintora María Osona que decoró las paredes de este santuario recoleto y serrano. Hemos obtenido preciosas fotografías que ilustrarán la exposición que realizaremos en Villamediana y Alberite.
El calor y la amenaza de tormenta nos ha acompañado, pero hemos pasado una deliciosa tarde y, pienso, que ha sido provechosa.
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