El Evangelio de la fiesta de la Inmaculada, que celebraremos el próximo domingo, es el anuncio dichoso que nuestro mundo necesita hoy y el Papa Francisco nos invita a proclamarlo con gozo a los cuatro vientos: “El Evangelio, donde deslumbra gloriosa la Cruz de Cristo, invita insistentemente a la alegría. Bastan algunos ejemplos: “Alegrate” es el saludo del ángel a María. La visita de María a Isabel hace que Juan salte de alegría en el seno de su madre. En su canto María proclama: “Mi espíritu se estremece de alegría en Dios, mi salvador” (Evangelii Gaudium, nº 5).
Se acerca la Navidad. Que María nos contagie su pureza y su alegría para que el mundo cambie y mejore, y se llene de gozo en el Señor.
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