Bocadillos espirituales para vivir el Tiempo Ordinario: Viernes de la 32 a. Semana

“Como sucedió en tiempos de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían y se casaban, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos”.

(Lc 17,26-37)


Sigue el discurso sobre la última venida de Jesús y que nosotros llamamos “parusía”.

Todos llevamos dentro una curiosidad.

Saber el cuándo será eso.


Miremos a nuestra experiencia.

Todos quisiéramos conocer el día y la hora de nuestra muerte.

Todos quisiéramos conocer el día en que vendrá Jesús.

Como curiosidad es normal.

A todos nos gustaría saber y conocer el futuro.

Todos quisiéramos saber qué nos va a suceder en el futuro.

Todos quisiéramos saber qué suerte vamos a tener.


¿Y qué sacamos con saber cuando vendrá El?

¿Y qué sacamos con saber cuando será nuestro final?

Todo eso no pasa de una simple curiosidad.

Por eso Jesús nunca habla del “cuando”.

Sabemos que vamos a morir.

Pero Jesús no nos dice el cuando.

Todos sabemos que habrá un final.

Pero Jesús no nos dice el cuando.

Todos sabemos que Jesús vendrá glorioso.

Pero Jesús no nos dice el cuando.


Lo importante no es saber el cuando.

Es más, yo personalmente no quisiera saber cuando voy a morir.

Apuesto que viviría contando los días y con miedo en el corazón.

Me basta saber que algún día moriré.


A Jesús no le interesa revelarnos el cuando.

A Jesús le interesa saber que eso sucederá.

A Jesús le interesa que vivamos como quien lo espera.

A Jesús le interesa que vivamos como quien sabe el día de su muerte.

Poco interesa saber el final.

Lo que interesa es que vivamos como si lo supiésemos.


Todos sabían que vendría el diluvio.

Pero la gente seguía comiendo y bebiendo.

Sólo Noé tomó en serio ese anuncio y se preparó.

El resto también lo sabía, pero siguió viviendo igual.


¿Alguien duda de su muerte?

El día es lo de menos, puede ser hoy o mañana o pasado mañana.

¿Y acaso esa certeza nos aviva la conciencia para vivir mejor?

¿Acaso somos más santos?

¿Acaso vivimos con mayor fidelidad a nuestro Bautismo?

¿Acaso vivimos con mayor fidelidad a nuestro matrimonio?

¿Acaso vivimos con mayor fidelidad a lo que Dios espera de nosotros?


Lo importante es saber que ese final del camino existe.

El cuándo no nos hace ser mejores.

En cambio el no saberlo, nos exige estar preparados cada día.

Yo ya he vivido muchos años.

¿Cuántos más me quedarán?

Francamente no lo sé ni tampoco lo averiguo, no se me ocurre ir a que me lean las cartas o el tarot.

Porque lo importante es cómo vivo el presente preparándonos.

Lo importante es vivir sabiendo que ese final llegará.

Pero más importante es vivir preparándonos para él.

Es importante la cosecha.

Pero para ello es necesario la siembra y el cuidado del tallo y la espiga.

Es importante el juicio de Dios sobre nuestras vidas.

Pero más importante es prepararnos para ese juicio.


Lo importante no es saber cuándo vendrá el diluvio.

Lo importante es tomarlo en serio y construir a tiempo el arca.


Clemente Sobrado C. P.




Archivado en: Ciclo C Tagged: arca de noe, coherencia, dia final, fidelidad, fin de los tiempos, muerte, parusia, santidad

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