Como mejor se entiende la importancia de la vacante en el Tribunal Supremo estadounidense que deja el juez Anthony Kennedy, tras su retirada con 81 años, no es en términos políticos. Más relevante es el choque entre dos visiones rivales de la Constitución que han marcado la dinámica de la corte en los últimos años.
En esta ha sido decisiva la doctrina del “constitucionalismo vivo”, que entiende la Constitución como “un cuerpo legal que crece y cambia con el tiempo, para satisfacer las necesidades de una sociedad cambiante”, como la definió el fallecido juez Antonin Scalia, uno de sus principales detractores junto con Clarence Thomas y Neil Gorsuch.
Frente a esa concepción, estos magistrados son partidarios de interpretar la Constitución y sus enmiendas de forma más literal (textualismo) y según el significado público que tenían las palabras en el momento en que fueron promulgadas esas normas (originalismo).
LEER MÁS Juan Ramón Domínguez Palacios / http http://lacrestadelaola2028.blogspot.com
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