El prelado del Opus Dei, monseñor Fernando Ocáriz, inició una visita pastoral a Nigeria el jueves 19 de julio. Permanecerá en ese país hasta el día 26. La labor apostólica del Opus Dei en Nigeria comenzó en 1965.
El 25 de julio por la mañana Monseñor Ocáriz visitó el Intitute for Industrial Technology (IIT), una labor social que proporciona conocimientos técnicos a jóvenes con dificultades de acceso a la educación. El IIT nació en 2002 con motivo del centenario del nacimiento de san Josemaría.
Mons. Ocáriz visitó las distintas instalaciones de la escuela y pudo conversar con los estudiantes. En la capilla de esta institución rezó por los frutos del trabajo que se realiza allí.
Olumide Akinjo, director de esta iniciativa, le comentó al prelado que la educación que se ofrece incluye temas transversales como la ética laboral, los valores, el matrimonio y la vida familiar.
“ADEMÁS DE ADQUIRIR CAPACIDADES TÉCNICAS, LOS ESTUDIANTES TAMBIÉN NECESITAN ADQUIRIR VALORES HUMANOS”
Algunos de los antiguos alumnos quisieron estar presentes durante la visita y saludaron al prelado. Varios le manifestaron su aprecio por la formación espiritual recibida en sus años de estudio, que además les ayuda a enfocar su trabajo desde la óptica del servicio. Monseñor Ocáriz escribió unas palabras conmemorativas en una imagen que le presentaron los antiguos alumnos.
El prelado animó a los responsables a fomentar entre los estudiantes una preocupación por el bien común, que tendrá impacto en sus respectivas comunidades. “Además de adquirir capacidades técnicas, los estudiantes también necesitan adquirir valores humanos”, dijo.
A continuación Monseñor Ocáriz acudió a rezar al cementerio de Ikoyi, donde están enterrados algunos fieles de la Prelatura.
A última hora del día, tuvo dos tertulias en las que escuchó algunos testimonios sobre la labor apostólica en Nigeria.
El sexto día de su viaje pastoral a Nigeria, Mons. Fernando Ocáriz se desplazó a Enugu, una ciudad en el centro del país, a unos 700 kilómetros de Lagos. Allí se reunió con un grupo de sacerdotes diocesanos y seminaristas, con los que habló de la belleza de la vocación sacerdotal y de la responsabilidad ante la misión que Dios les ha confiado. Un sacerdote pidió consejo sobre cómo llevar a cabo las múltiples tareas en la parroquia sin descuidar la propia vida de piedad. El prelado le animó a dar prioridad a la oración personal, centrada en Jesús presente en la Eucaristía, y a contar con un plan diario que le ayude a afrontar con orden las diferentes responsabilidades.
EL PRELADO ANIMÓ A MIRAR A CRISTO MIENTRAS SE LLEVAN A CABO LAS OBLIGACIONES PROFESIONALES, FAMILIARES Y DE LA VIDA CRISTIANA
A continuación, Mons. Ocáriz se desplazó al
Niger Foundation Hospital (NFH), un centro sanitario que cuenta con la atención espiritual de sacerdotes del Opus Dei. Tras una calurosa bienvenida, comenzó un diálogo entre los profesionales del hospital y el prelado. Una de las más veteranas, la doctora Regina Akosa, que trabaja en el centro desde su inicio, explicó que los pacientes muestran su agradecimiento tanto por la calidad médica como por la atención espiritual que se les ofrece. Destacó que, para bastantes pacientes, la capilla del hospital es “el centro de gravedad”: católicos y no católicos van allí a buscar consuelo ante Jesús en el Santísimo Sacramento.
Más tarde el prelado tuvo dos encuentros con fieles del Opus Dei en el centro de conferencias The Base. Recordó que Dios cuenta con nosotros para llevar al mundo los frutos de la redención. "La oración y la Eucaristía nos dan las fuerzas para poner a Cristo en el centro de nuestras vidas, pensamientos, obras y relaciones con los demás", afirmó. “No os desaniméis ante las dificultades porque Dios está con nosotros", agregó. Explicó que a san Josemaría le movía especialmente aquella enseñanza paulina: “Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?”.
Animó a mirar a Cristo mientras se procuran llevar a cabo las obligaciones profesionales, familiares y, en general, de la vida cristiana. "En esos momentos dirijamos la atención a Jesucristo para experimentar nuestra libertad y asumir esas responsabilidades por amor a Dios, más que porque nos veamos obligados a ello. Entonces encontraremos la fuerza que viene del amor de Dios", afirmó el prelado.
"LA ORACIÓN Y LA EUCARISTÍA NOS DAN LAS FUERZAS PARA PONER A CRISTO EN EL CENTRO DE NUESTRAS VIDAS, PENSAMIENTOS, OBRAS Y RELACIONES CON LOS DEMÁS"
Mons. Ocáriz pidió oraciones por la persona y las intenciones del Papa Francisco y aseguró que la oración siempre da fruto.
Durante el encuentro, intervino un hombre de 81 años que, al contar que había perdido recientemente a su mujer, recibió palabras de consuelo de parte del prelado. También habló un padre de familia numerosa, preguntando sobre el valor de la vida humana. "Toda vida humana es creada por Dios", dijo Mons. Ocáriz. "El alma es grande, amada por Dios y vale más que cualquier cosa material. Cada alma está destinada a la felicidad eterna", añadió. Un joven preguntó sobre la vocación. El prelado le animó a pedir luz a Dios en la oración y a mantener una actitud abierta y le aseguró sus oraciones.
El lunes 23 de julio Mons. Ocáriz visitó el campus de la
Pan-Atlantic University. Allí bendijo la nueva ermita de la Universidad dedicada a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y animó a los presentes a tener una gran devoción a la Virgen presentándole todas sus necesidades.
El prelado recorrió las instalaciones universitarias y se reunió con los responsables de este centro académico. “Cuando las personas se forman humana, profesional y espiritualmente; cuando se les enseña a preocuparse por los problemas de la sociedad, a trabajar y a pensar, eso repercute en los diferentes aspectos de su vida y contribuye al bien común”, señaló. “La preocupación por el bien común, más allá de los intereses propios, debe regir las acciones de las personas”, concluyó el prelado, “pues es una forma segura de encontrar la alegría y la felicidad duraderas que todos buscamos”.
"SERVIR Y AYUDAR A LOS DEMÁS NOS LLENA DE ALEGRÍA"
Añadió que precisamente porque el proyecto de la Pan-Atlantic University se inspira en la concepción cristiana de la dignidad del hombre, la formación que se imparte allí promueve la libertad de todos. La verdadera libertad consiste en elegir lo que es objetivamente verdadero y bueno, dos aspectos fundamentales para una educación integral.
Antes de salir del campus, visitó el Eleko University Center, una residencia para varones y bendijo la residencia universitaria para mujeres Aster Hall que todavía está en construcción. Como recuerdo de su visita, plantó un árbol en cada uno de los dos lugares.
Durante el breve encuentro con Mons. Ocáriz, se cantó una canción folclórica para guerreros, acompañada por tambores.Su siguiente destino fue Iroto Conference Center, en el estado de Ogun. Personas de los pueblos vecinos dieron la bienvenida, bailando y cantando al son de Ekabo (que significa “los Yoruba te dan bienvenida”).
El prelado recordó a todos que “servir y ayudar a los demás nos llena de alegría” y animó a desarrollar profundas amistades y a preocuparse verdaderamente por el bien de los demás.
“LA PREOCUPACIÓN POR EL BIEN COMÚN, MÁS ALLÁ DE LOS INTERESES PROPIOS, DEBE REGIR LAS ACCIONES DE LAS PERSONAS”
En respuesta a una pregunta sobre el sentido del sufrimiento, dijo que la salvación se realiza a través de la Cruz y que es un misterio que no comprendemos plenamente. "Uno puede encontrar la paz, incluso en medio de los sufrimientos cuando los une a la cruz de Cristo", explicó.
Al final del encuentro, le pidieron que volviera pronto.
El domingo 22 de julio, en la homilía de la Misa, el prelado comentó las palabras del salmo: “El Señor es mi pastor, nada me falta”. Le traía a la memoria unas palabras de san Pablo que le gustaban mucho a san Josemaría: “Si el Señor está con nosotros, ¿quién contra nosotros?” Concluyó recordando que, con Cristo, tenemos el mundo por heredad.
Por la mañana tuvo un encuentro de formación con algunos fieles de la Prelatura y amigos, en la capilla del
Whitesands School de Lagos.
Mas tarde saludó a los responsables de algunas iniciativas educativas, como Whitesands School e
Ikota Educational Foundation. Les recordó que en la tarea que llevan a cabo se transmiten los ideales cristianos a través del buen ejemplo y de una sincera amistad.
“NO SEGUIMOS SOLAMENTE UNA BELLA DOCTRINA O UN IDEAL, SINO A UNA PERSONA QUE ESTÁ MUY CERCA DE NOSOTROS EN LA SAGRADA EUCARISTÍA”
Monseñor Ocáriz tuvo a continuación una tertulia con fieles de la Prelatura en la
Lagos Business School. Les habló de la "audacia" sobrenatural y la valentía de san Josemaría que, confiando en la gracia de Dios, no se dejó intimidar por las dificultades. Animó a los presentes a dar a conocer más ampliamente la llamada universal a la santidad en Nigeria.
Con vistas al próximo
Sínodo sobre vocación y discernimiento, una de las preguntas ha sido cómo ayudar a los padres a comprender y apoyar la vocación de sus hijos. El prelado puso a san Juan Apóstol como ejemplo, explicando que algunos jóvenes cuentan con suficiente madurez sobrenatural y humana para comprometerse. La madurez no depende de la edad, sino que nace de estar cerca de Dios. Además, la vocación de un hijo es un motivo de agradecimiento al Señor.
En un encuentro con chicas jóvenes, que se celebró en
Lagoon School, el prelado las animó a buscar la identificación con Cristo y convertirse en apóstoles. “No seguimos solamente una bella doctrina o un ideal, sino a una Persona que está muy cerca de nosotros en la Sagrada Eucaristía”.
MONS. OCÁRIZ: LA MADUREZ NO DEPENDE DE LA EDAD, SINO QUE NACE DE ESTAR CERCA DE DIOS
Una de las asistentes le preguntó qué esperaba de quienes frecuentan los
medios de formación cristiana que ofrece el Opus Dei. El prelado habló de la necesidad de compartir con los demás la alegría de una vida con Cristo: “El deseo de ayudar a los demás a encontrar a Cristo nace del amor a Dios y de la alegría de ser hijos de Dios”.
“¿Y cómo se llega a amar a Cristo?”, añadió. “Conociéndolo, meditando las Escrituras, entrando en las escenas del Evangelio, y tomándose en serio unas prácticas de piedad. Así uno es capaz de amar y mantener viva una relación con Cristo”.
Monseñor Fernando Ocáriz, a lo largo de los distintos encuentros, pidió a todos los presentes que rezaran con frecuencia por el Papa y por la Iglesia, especialmente en la Misa.
En el tercer día de su visita a Nigeria, el prelado del Opus Dei, monseñor Fernando Ocáriz, conversó con algunos fieles de la Prelatura y amigos en el
Lagoon School Lekki y en la
Lagos Business School. En esos encuentros había personas procedentes de diferentes ciudades del país como Lagos, Ibadan, Iloti, Nsukka, Enugu, Benin y Abuja.
En la Lagoon School, el prelado reflexionó sobre el pasaje del Evangelio del día, en el que los fariseos desaprueban una curación de Jesús realizada en sábado. Animó a difundir el Evangelio y aumentar la confianza en Dios a pesar de las oposiciones, obstáculos y dificultades que experimentamos a diario.
EL PRELADO ANIMÓ A VIVIR UNA VERDADERA FRATERNIDAD, QUE SE TRADUZCA EN OBRAS DE SERVICIO, DE COMPRENSIÓN Y DE PERDÓN
Recordando unas palabras del Papa Francisco sobre la fe, que nos hace ver con la mirada de Cristo, el prelado hizo hincapié en la necesidad de descubrirlo en la Eucaristía y ponerlo en el centro de nuestra vida. Instó a todos a pedirle al Señor la gracia de vernos como Dios nos ve.
Animó a vivir una verdadera fraternidad que se traduzca en obras de servicio, de comprensión y de perdón. El apostolado no es solo una tarea humana, sino sobre todo sobrenatural que consiste en ayudar a conocer y amar más a Dios, comentó.
Respondiendo a una pregunta sobre la vocación de los hijos, aconsejó a los padres a poner su confianza en Dios. "La oración, la madurez y la dirección espiritual son necesarias para discernir una vocación", dijo.
Preguntado sobre el valor del trabajo en el hogar, Mons. Ocáriz dijo que el ambiente, la belleza y el orden en el hogar facilitan el afecto y el desarrollo. Este trabajo "deja una huella duradera en las personas", y agregó que "el trabajo doméstico es la columna vertebral del ambiente familiar en el Opus Dei".
Ante las dificultades económicas que atraviesa el país, situación que lleva a mucha gente a emigrar, el prelado aconsejó trabajar por el bien común y cada día mejor. Señaló también que cada país tiene sus propios desafíos y aunque emigrar puede parecer una solución, puede no ser necesariamente la mejor.
MONS. OCÁRIZ ALENTÓ A LOS JÓVENES A APROVECHAR LOS MEDIOS DE FORMACIÓN CRISTIANA PARA HACER DE CRISTO EL CENTRO DE SU VIDA
Sobre la misión de los cooperadores del Opus Dei, recordó que ayudan con su trabajo, oraciones, tiempo y limosnas.
Al dirigirse los jóvenes, los alentó a aprovechar los medios de formación cristiana para hacer de Cristo el centro de su vida. En los diversos encuentros mantenidos, monseñor Ocáriz pidió oraciones por el Papa.
A lo largo del día, el prelado recibió a familias que querían saludarlo. Algunas habían viajado de ciudades lejanas como Benin.
El día 20, Mons. Fernando Ocáriz se reunió con algunos fieles de la Prelatura y compartió con ellos la alegría de visitarles “en una tierra de grandes posibilidades” con la riqueza de sus más de 170 millones de personas. Entre otros temas, les animó a cultivar una profunda amistad amando mucho la libertad de los demás. Una expresión de este amor por la libertad, dijo, es la necesidad de escuchar activamente a los otros. También subrayó la belleza del servicio en las diversas ocupaciones.
En el contexto de la preparación para
el próximo Sínodo de los Obispos, monseñor Ocáriz recordó que todas las personas tienen una vocación, también aquellas que, por el momento, no han recibido el don de la fe. “Dios no abandona a nadie”, comentó. “La pregunta que hay que hacerse no es tanto si tengo vocación, sino cuál es la llamada que Dios me dirige”.
La labor apostólica del Opus Dei en el país comenzó en el año 1965. El prelado anterior, monseñor Javier Echevarría, había estado en este país en 1999.
opusdei.es
Juan Ramón Dominguez Palacios
http://lacrestadelaola2028.blogspot.com
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