Que su intercesión llegue a nuestro mundo, necesitado de testimonios martiriales como el suyo. Que ayude desde el cielo a quines en la tierra queremos triunfe la justicia y la santidad. Y que su próxima canonización afiance nuestra fe y la de los amigos salvadoreños, que cuentan ya con un poderoso intercesor y un ejemplo preclaro de santidad en el cielo ¡Felicidades!
Publicar un comentario