Paso de la opción por los pobres, sobre todo como la entienden algunos, que no solo, la opción por la solidaridad, el compromiso con los débiles y la conversión a una mística itinerante. Me importa un bledo. Para que no haya dudas.
Para este humilde servidor, la única opción preferencial del ser humano y no digamos del cristiano, es la opción fundamental por Cristo vivida en el seno de la Iglesia católica. De ahí sale todo y sin eso no hacemos nada.
El que es de Cristo, el que se ha convertido a Cristo, es una criatura nueva. Como tal, su vida es el espíritu de las bienaventuranzas concretado en el cumplimiento de los diez mandamientos y en una vida según nos ha enseñado la santa madre iglesia. El que ha hecho opción por Cristo es aquel que ama a Dios, le da el culto que le corresponde, y ha desterrado de su vida la mentira, el odio, la impureza, el robo, el falso testimonio. El que ha hecho opción por Cristo, de forma natural, como consecuencia, se ejercita en las obras de misericordia y sabe dar techo al peregrino, vestir al desnudo y alimentar al hambriento, amén de dar un buen consejo al que no necesita, corregir al que yerra y sufrir con paciencia los defectos de su hermano.
Lo que hoy se ha puesto de moda y pretenden vendernos como opción por los pobres no es tal, es otra cosa. Es la foto con el pobre, que queda fantásticamente bien, te hace salir en la prensa y compromete a poca cosa.
Varias veces he visto a la alcaldesa de Madrid haciéndose la foto con el pobre. El caso es que en Madrid siguen viviendo personas en la calle, y no se arregla, pero foto que no falte, especialmente en Navidad, acogiendo a los menesterosos en el ayuntamiento con la mejor de sus sonrisas. Menos cuento, señora alcaldesa, menos salir en la foto, menos visitar San Antón y más presupuesto para albergues, residencias, trabajo social y dignidad humana. Pero, claro, eso apenas tiene publicidad. No pasa nada. Un ratito de foto y qué buena doña Manuela. No se preocupe, señora Alcaldesa, que ya ha cumplido. Usted es una persona solidaria.
Famosos con varios procesos judiciales por malversación, blanqueo de capitales y fraude a la hacienda pública. Artistas con más trampas que una película de chinos. Políticos con la espada de Damocles del fraude y la prevaricación. Pero todos solidarios y preocupados por los pobres. Pues menos preocupación y más cumplir los mandamientos.
La foto. Hacernos la foto con el pobre. De otras cosas ya hablaremos si hay tiempo, pero la foto siempre. Como para hacerse una colección: mira, esta en la Cañada Real Galiana de Madrid, esta otra el día que acudí al comedor social, esta otra del albergue, y luego te paso el video de la comida de navidad. Nosotros más solidarios que nadie. Con decirte que una vez fui de vacaciones y tengo dos fotos en un suburbio de Bombay…
La gente que de verdad ha trabajado toda su vida con los pobres por amor a Cristo no tiene por costumbre salir en demasiadas fotos. Pocos identificarían hoy en una foto el rostro de sor Genoveva, en Barcelona, ni a la superiora de las Misioneras de la Caridad de Madrid o a cualquiera de las hermanas que en el comedor de Martínez Campos, en Madrid, dan de comer al hambriento con toda dignidad aportando incluso muchas veces el importe de sus magras pensiones. Nadie sabe cómo se llama el hermano de San Juan de Dios responsable de su magnífico albergue. Ni falta que hace.
La foto. Nos mata la foto. Todo por una foto, todo por un titular, todo por arañar un minuto en el telediario. Decía mi abuela que este mundo todo lo mueve la “pulicidad”. Cuánta razón. Hoy lo que importa es el book con las imágenes que demuestran la solidaridad de cada uno. El book. La foto.
Sigo apostando por Cristo, por darle la vida, por ser de Cristo en todo. Es que no hay otra. Pues eso, más Cristo y menos foto.
P.D. Vamos a ver cuántos se escandalizan del titular y no se moestan en leer hasta el final del post.
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