Freetown (Agencia Fides) – “El brote de Ébola aún no ha tenido efectos sobre la asistencia a la iglesia de los fieles, aunque existe un temor generalizado de ser infectados por el virus. La gente sigue viniendo a la iglesia como solían hacer antes de que la epidemia estallase. Hemos escribimos oraciones especiales para invocar la ayuda divina en nuestra lucha contra la epidemia, y las recitamos en todas las misas en todo el país”. Lo afirma Su Exc. Mons. Edward Tamba Charles, arzobispo de Freetown, capital de Sierra Leona, uno de los países africanos más afectados por el virus, donde durante tres días, hasta las 7 horas del 22 de septiembre, la población debe permanecer en casa para evitar una mayor propagación de la enfermedad.
La Agencia Fides ha pedido al Arzobispo que describa cómo la comunidad católica está experimentando esta emergencia de salud. “La epidemia comenzó en el distrito de Kailahun -. Dice Mons. Tamba Charles - pero pronto ha hecho sentir su presencia en todo el país, excepto en el distrito de Koinadugu, que hasta ahora no ha reportado ningún caso de Ébola. Esto significa que incluso la Iglesia católica se ha visto afectada de diferentes maneras, aunque ningún sacerdote o hermano o hermana religiosa ha contraido hasta el momento el virus. Algunos de nuestros fieles laicos han muerto, en los dos epicentros de la epidemia, Kailahun y Kenema”.
“Los Movimientos de la Renovación Carismática - dice el Arzobispo – han organizado vigilias de oración durante toda la noche para invocar la guía del Espíritu Santo en este momento terrible de nuestra historia nacional. Como es natural, la mayoría de las oraciones de este período están relacionados con la epidemia de Ébola y su contención rápida. También utilizamos estos encuentros de oración para dar a conocer a los fieles la naturaleza del virus Ébola, cómo se transmite y cómo evitar la infección”.
Debido a la epidemia, la reapertura de las escuelas y colegios se ha pospuesto indefinidamente, también afecta a las clases de catecismo y a las reuniones de los domingos, en las que participan en su mayoría estudiantes.
Con respecto a las iniciativas especiales de la comunidad católica para las personas en aislamiento, el arzobispo dice: “Al principio, el Ministerio de Salud e higiene habían dado la impresión de que iba a proporcionar todo el apoyo necesario para los pacientes de Ebola en los centros en Kenema y Kailahun, y para aquellos que están en cuarentena en sus hogares y comunidades en diferentes partes del país. Así que las familias y los grupos no se han preocupado. Pero cuando después se ha descubierto que los pacientes no recibían mucho apoyo en términos de alimentos y otras necesidades, las familias y grupos han comenzado a enviar alimentos y otras cosas a los centros de aislamiento. Sé que el Programa Mundial de Alimentos está proporcionando alimentos a los centros. Caritas Freetown ha donado alimentos para los huérfanos y viudas de la epidemia, mientras que la San Vicente de Paul de la archidiócesis de Freetown se está preparando para traer un gran lote de productos alimenticios a la diócesis de Kenema para los pacientes que sufren de Ébola y otras personas contagiadas” (SL) (Agencia Fides 20/09/2014)
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