El papa santo Juan Pablo II, inspirándose en la encíclica “Pacem in terris” (1963) de san Juan XXIII, afirmó: “La paz exige cuatro condiciones esenciales: verdad, justicia, amor y libertad”.
La paz, sin estas cuatro condiciones, es una palabra vacía. La paz, para ser auténtica, exige verdad, justicia, amor y libertad. La paz no es un arco triunfal de salida, sino una difícil meta de llegada. No es una premisa que viene dada, sino el resultado palpable de un serio esfuerzo por construir una sociedad mejor.

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