Raúl del Toro es titulado superior en Órgano y Piano por el Conservatorio Superior de Música “Pablo Sarasate” de Pamplona, y en Clavicémbalo por el Conservatorio Superior de Música de San Sebastián, además de poseer otros muchos títulos relacionados con la música.
Dentro del curso de "Gestión pastoral", del que participo cada martes, hoy nos ha impartido una magistral conferencia, sugerente y cuestionadora, sobre Música Sacra.
Me ha ayudado a valorar la riqueza de la tradición musical de la Iglesia y a poner más cuidado en mis celebraciones parroquiales, que resultan de una calidad musical muy baja, a pesar de mis esfuerzos y deseos.
Nos ha hablado sobre la música "de" la Iglesia y la música "en" la iglesia y nos ha recordado que la "música de la Iglesia es, sobre todo, para la gloria de Dios y la santiificación de los fieles"; que no podemos confundir, ni en este ni en otros temas, lo sacro con lo profano; que siendo la litugia una realidad sagrada, también la música liturgica debiera ser sacra; que no se puede olvidar ni minusvalora la rica tradición de la iglesia; ni que hay que recordar que el Gregoriano es el canto propio de la Liturgia Romana.
Los problemas en este campo son múltiples: la incomprensión de la naturaleza de la liturgia; la poca comprensión del lenguaje bíblico; el excesivo antropocentrismo y subjetivismo y la desmedida preocupación porque las celebraciones sean breves.
También ha señalado las dificultades técnicas, la escasez de buenos músicos, la ambigüedad normativa al respecto, el deficiente repertorio en lengua española, etc.
Pero todo ello no es obstáculo si se cultiva el gusto, se valora la litúrgia, se forma a las personas y se busca la gloria de Dios y no el gusto fácil. Un reto, pues, para nosotros los párrocos y para nuestra feligresía. Esperemos mejorar, tras oir tan bien razonadas razones.
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