El filósofo francés Jean-Jacques Rousseau decía: “Todas las pasiones son buenas cuando uno es dueño de ellas, y todas son malas cuando nos esclavizan”.
La palabra “pasión” viene del verbo latino “patior” que significa sufrir o padecer. Es una emoción muy fuerte hacia algo o hacia alguien, que incluye entusiasmo o deseo.
Si sabemos dominar nuestras emociones, todas ellas pueden ser enormemente positivas; si nos esclavizan, en cambio, serán negativas. No se trata de eliminas las pasiones, ni de reprimirlas, porque mantienen viva nuestra alma. Lo que debemos hacer es dominarlas y conducirlas adecuadamente, porque sólo así podremos conducir nuestra vida y no ser conducidos por ellas.
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