Además de bendecir la corona de Adviento y encender su vela primera, he presentado y estrenado en la celebración, que inauguraba el Adviento en mi parroquia, el nuevo Leccionario para las misas del domingo. Su buena presentación y encuadernación da prestancia y dignidad a la celebración. Es un gusto y hasta la lectora ha quedado maravillada y ha leído con más gracia (lo cual se agradece).
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