Una persona me regaló hace años el CD titulado Alma Mater, music from the Vatican. En la primera pista se puede escuchar música mezclada con palabras de Benedicto XVI:
¿Por qué digo esto? Pues porque el efecto de las palabras tranquilas del Papa alemán mezcladas prueban tener un ritmo admirable que se realza con la añadidura de música. El efecto, desde la primera vez que las escuché, resulta impresionante.
Fue entonces cuando comprendí la melodía de los sermones del Papa. Creedme que eso no se puede hacer con todas las palabras de cualquier sacerdote u obispo. Su voz, exactamente la suya, desprendía una ternura que nunca había captado.
En Roma el Espíritu Santo me enseñó a amar a los Papas como nunca lo había hecho. Alejaos de los falsos profetas. Siempre con Pedro y bajo Pedro. Hay que pedir a la Virgen que nos ayude a querer más al Papa Francisco, porque hay lobos que quieren defender la Iglesia a base de dentelladas. Alejaos de la mala semilla, de los sembradores de la división. Cum Petro et sub Petro. Con Pedro y bajo Pedro.

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