El gobierno de Ecuador, guiado por el presidente Rafael Correa, pretende hacer una propuesta a nivel internacional y, por lo tanto, también en la sede de las Naciones Unidas en el próximo mes de septiembre, para la abolición de los paraísos fiscales. Y ha pedido el apoyo de la Santa Sede. El jueves 21 de julio por la mañana, el ministro del Exterior, Guillaume Long se reunió con el Secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, durante poco menos de una hora, y le entregó una carta con la propuesta del gobierno ecuatoriano que será entregara a Papa Francisco, según lo que refirió el mismo ministro del Exterior de Ecuador.
En el texto se hace referencia, entre otras cosas, a la propuesta de Correa, dirigida a la Corte Constitucional del país latinoamericano, de convocar un referéndum paralelamente a las elecciones que se llevarán a cabo en febrero de 2017. El objetivo de la consulta popular es la aprobación de una nueva ley que impediría a cualquier funcionario público o a cualquier candidato a un puesto público, poseer bienes o capitales en los paraísos fiscales. La propuesta forma parte de un específico «Plan ético», según las intenciones del gobierno de Ecuador.
Este pacto, explican las fuentes oficiales ecuatorianas, también es descrito en la carta entregada en el Vaticano, pues fue inspirado«por la palabra y la acción del Papa Francisco, que en numerosas ocasiones ha denunciado la degradación humana y ética de la economía sin rostro y sin un objetivo verdaderamente humano»; el pacto ético debería ser acatado « por las fuerzas y actores políticos del país, basado en el rechazo de la candidatura a cualquier dignidad o el ejercicio de cualquier cargo público de las personas que posean bienes o capitales en paraísos fiscales».

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