En la celebración de Todos los Santos, he puesto, junto a la pila bautismal y el cirio pascual, en mi parroquia, el libro de Todos los Santos o MARTIROLOGIO ROMANO. Los santos que figuran en el libro tienen en común con nosotros el bautismo y nos ayudan desde el cielo a alcanzar su misma santidad y gloria.
Es un libro, el Martirologio, que guardo en la sacristía, junto al calendario litúrgico. Hoy me ha servido de apoyo en la celebración. Muchos desconocían la existencia de este libro litúrgico y se acercaron a contemplarlo.
Es el libro de la memoria de la Madre Iglesia, les he comentado en la homilía, que comenzó desde el principio a anotar los nombres, fechas y lugares del testimonio martirial de los mejores de sus hijos. Hoy sigue inscribiendo en este libro a los nuevos santos.
Ojalá que nuestros nombres también puedan ser anotados en él ¡Para eso, entre otras cosas, recordamos y nos encomendamos hoy a Todos los Santos!
Publicar un comentario