Del Vatican Insider
La familia religiosa fundada hace más de cuatro siglos por San Camilo de Lellis está viviendo una verdadera pesadilla por culpa del arresto de su superior general, Renato Salvatore, acusado de conspirar para mantener el poder en la orden. Un escándalo que no podía llegar en peor momento, justo cuando se avecina una serie de celebraciones con motivo del aniversario del fallecimiento de su fundador.
La crisis se desató el miércoles 6 de noviembre, cuando una patrulla de la Guardia de Finanza italiana llegó hasta la casa generalicia de la Órden de los Ministros de los Enfermos, cuyos miembros son conocidos como “camilos” o “camilianos". Allí mismo, en el edificio de la romana Piazza della Maddalena y ante el estupor generalizado, los policías detuvieron al padre superior.
¿La acusación? Concurso en secuestro de persona. Según fuentes judiciales el sacerdote habría organizado (junto con otras cinco personas) un operativo policial ficticio con el objetivo de entretener a dos sacerdotes opositores que podían llegar a impedir su reelección en el puesto. El pretendido control funcionó, los curas nunca se presentaron al capítulo celebrado el 13 de mayo en la “Casa del Divin Maestro” de Ariccia y Salvatore fue ratificado en el cargo.
El arresto cayó como un balde de agua fría en la comunidad religiosa, presente en diversos países y dedicada a la atención los enfermos a través de numerosas estructuras sanitarias. La primera respuesta de la institución fue un escueto comunicado en el cual se expresó “consternación” y “confianza” en que la justicia aclarará el asunto.
Tras varios días de zozobra y respuestas breves, la Consulta General de la Orden envió el pasado fin de semana una carta a todos los miembros, empleados, amigos y colaboradores. La misiva, fechada el 15 de noviembre, constató el “dolor” y “la confusión” producto del arresto del superior, pero destacó el consuelo por la “cercanía y la participación” de muchas personas e instituciones en este momento difícil.
“Mientras esperamos que la justicia, en la búsqueda de la verdad, haga plena luz sobre los acontecimientos, expresamos cercanía, afecto y oración por la persona del padre Renato", indicó el texto.
Agregó que los superiores están decididos a “intervenir activamente” para superar esta crisis, por eso cuentan con la colaboración de abogados y canonistas, teniendo “contactos constructivos” con la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica del Vaticano.
Además instó a “evitar pronunciamientos críticos y juicios sobre personas y acontecimiento, reforzando el sentido de pertenencia a nuestra familia religiosa y demostrando con nuestra generosa fidelidad al carisma que cuanto ha ocurrido en estos días no interrumpirá en ningún modo el camino de la orden".
La Consulta consideró también oportuno que continúen las iniciativas programadas con motivo del IV centenario de la muerte del fundador, pero recomendó que las mismas adopten “preferiblemente un estilo caracterizado por la sobriedad".
“Una visión creyente de las experiencias críticas de los individuos y las comunidades nos invita a vivir este doloroso momento como oportunidad de purificación y renovación", apuntó.
La sobriedad invocada deberá llevarse a la práctica de inmediato. No obstante los últimos acontecimientos se mantendrán una serie de actos este martes 19 y miércoles 20 con motivo del 25 aniversario del “Camillianum", el instituto internacional de teología pastoral sanitaria del Orden.
Por lo pronto y como estaba previsto se confirmó a presencia de todos los participantes, incluidas personalidades de la Santa Sede como Rino Fisichella y Zygmunt Zimowski, presidentes de los pontificios consejos para la Nueva Evangelización y para la Salud, respectivamente. En este contexto la del superior Salvatore será una ausencia incómoda. Las palabras de bienvenida serán dirigidas por el vicario general, Paolo Guarise.
Serafines susurran.- Que ya se integró definitivamente al trabajo el nuevo secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, tras la operación imprevista a la que fue sometido hace poco más de un mes en un hospital de Padua, al norte de Italia. Este lunes 18 fue su primer día de trabajo en la Santa Sede, pero su incorporación careció de todo gesto protocolario.
Desde su llegada a Roma el fin de semana pasado, el ex nuncio apostólico en Venezuela se hospeda en la misma residencia del Papa Francisco, la Casa de Santa Marta. ¿Elección estratégica? Aún no puede saberse con certeza. Entre otras cosas porque, aunque quisiera, Parolin no podría ocupar la residencia que le corresponde porque todavía vive allí su antecesor, el cardenal Tarciscio Bertone.
Bertone dejó de ser secretario de Estado el 15 de octubre pasado, pero aún ocupa el apartamento correspondiente a ese puesto, ubicado en el segundo piso del Palacio Apostólico. El retraso de su mudanza se debe a que no está lista su nueva residencia. Todavía no han concluido los trabajos de restructuración en el último piso del Palacio de San Miguel, sede del Comando General de la Gendarmería Vaticana.
El cardenal italiano decidió permanecer en territorio vaticano, bajo la excusa de que es todavía presidente de la Comisión de Vigilancia del Instituto para las Obras de Religión (IOR). Residirá ahí mismo, a unos pasos de Benedicto XVI y de Francisco. Logró que le fuese asignado el departamento que hasta no hace mucho ocupaba Domenico Giani, comandante de la Gendarmería y jefe de guardaespaldas del Papa. Aunque el militar vivía allí con esposa e hijos, a Bertone el espacio le parecía demasiado pequeño y por eso decidió anexar el apartamento contiguo. Mientras no terminen los trabajos de reestructuración, él permanece en su antigua residencia.
La actual situación parece una fotocopia de lo ocurrido ocho años atrás cuando el entonces secretario de Estado saliente, Angelo Sodano, prorrogó por varios meses su estancia en el Palacio Apostólico en busca de un nuevo lugar para vivir. Como era el decano del Colegio Cardenalicio, también se quedó a vivir en los Jardines Vaticanos. Así se agenció un lugar en el Colegio Etíope, pero como las habitaciones que le ofrecieron eran chicas, ordenó ampliarlas. Y pasaron muchas semanas hasta que todo estuviese listo.
Así las cosas por estas horas se vive una situación inédita en El Vaticano. No sólo conviven dos Papas en un mismo territorio, también lo hacen tres secretarios de Estado. El actual y los dos anteriores.
Publicar un comentario