Se fue el P. Tomás de regreso a Roma y, esta misma semana a su país natal Guatemala y a su diócesis de Sololá-Chimaltenango. Pero me ha dejado el gran regalo de su impagable visita y de su tesina de licenciatura. La leeré con agrdecimiento por el esfuerzo de su autor y por su sincera amistad, fruto de años de feliz convivencia ¡Mil gracias, P. Tomás!
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