Una nueva ocasión de reflexionar y rezar juntos los sacerdotes con nuestro Obispo. Meditando sobre la necesidad de ser acompañados por alguien, un hermano, que nos ayude y anime a alcanzar la difícil meta de la santidad en el ministerio sacerdotal. Una magnífica mañana de paz y profundidad en la que también tuvimos tiempo para la información sobre el sínodo y la actividad de la conferencia episcopal.
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