Noticia de última hora: mis padres han dejado mi casa para poner rumbo a Zaragoza. (Nevera llena)
Cuando mis padres se marchan a Zaragoza, agito mi pañuelo en el balcón. (¿Habré engordado 2 kilos?)
Conversación con mi editor: ¿Puedo poner zombies en mi próxima novela sobre el Apocalipsis? ¿Y vampiros? ¿No? Vale. ¿Y unos pocos? No, vale, vale. O sea, ¿ni unos pocos? De acuerdo, está claro.
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